Los vigilantes de la playa


Hace un rato he leído que la policía del pensamiento estos días ha conseguido censurar los concursos de belleza: es decir, unas chicas que hasta ahora voluntariamente decidían mostrar sus cuerpos en bikini para que una serie de espectadores voluntariamente las vieran si les daba la gana, y eso generara unos beneficios de publicidad por anuncios voluntariamente pagados por empresas que querían estar ahí, ya no pueden hacerlo porque ahora están "empoderadas" (curiosamente se "empoderan" perdiendo el poder de hacer lo que hasta ahora podían). Pensaba que ya había pasado la época en que alguien podía meterse en la vida de los demás para imponerles sus criterios morales, pero se ve que no hemos progresado nada desde la época de nuestros abuelos. ¡Sosialihmo o muette!