Muy Sr. mío,
soy estudiante de Polonia, llevo 3 años estudiando español. Hace 3 meses encontré en Internet su aventura interactiva ¿En quién confías? y decidí escribir mi trabajo de diplomadura sobre librojuegos y los herramientos para escribir un librojuego.
Me gusta mucho esta forma de literatura y por eso quiero analizar su obra como primera que conocí en español. Ya he leído casi todas versiones de "¿En quién confías?" también he dibujado los enlaces entre las páginas de su obra. Todavía no conozco TWINE pero he pensado en escribir a Usted. Si fuera posible me gustaría saber qué opina Usted sobre uso de TWINE, cómo era el trabajo con este programa. Me interesaría conocer algunos hechos en relación con la creación ¿En quién confías?.
Lo saludo atentamente,
J
Hola J, muchas gracias por tu interés; en parte me alegro de que mi obra te haya resultado atractiva, aunque por otro lado es una lástima que hayas leído las distintas variantes de la historia porque creo que así se pierde su “magia” (lo que hace especial a este tipo de productos es justamente saber que si haces una elección pierdes la otra). En fin, de todas formas ya que según me dices tu interés es académico en este caso se pierde el misterio pero se gana el conocimiento científico.
La verdad es que “¿En quién confías?” fue un simple experimento y cuando la empecé no esperaba en absoluto que la novela creciera tanto; ahora lo lamento, porque no pensé la idea (usé la primera cosa que pasó por mi cabeza) y tampoco hice una planificación similar a la que he hecho en otros de mis libros. Normalmente antes de empezar a escribir paso mucho tiempo pensando, la historia va creciendo y madurando y los personajes poco a poco van haciéndose “vivos” hasta que todo encaja perfectamente… Cuando empiezo a escribir ya todo el proceso creativo está completo en mi mente, la parte de pasarlo al ordenador es simplemente un trámite “mecánico” y en mis correcciones solo hago pequeños retoques de detalles que no afectan al hilo de la narración. En este caso todo fue completamente improvisado, un simple ejercicio para probar Twine, y cuando me di cuenta de que se había convertido en algo serio ya era demasiado tarde para empezar de cero.
Por todo eso, aunque al final la historia quedó con un nivel “simplemente suficiente” y es un producto “entretenido", yo no me he quedado satisfecho en absoluto y sé que en algún momento del futuro tendré que volver a este sistema a crear una aventura de verdad: pensar bien en una idea más atractiva y más madura, planificar mejor todas las variantes de la historia, etc.
Sobre trabajar con Twine: la verdad es que el sistema está (técnicamente) bien pensado, todo es simple y se puede trabajar con él de manera instintiva y fácil. Es como escribir una historia con “tarjetas” individuales, y cada tarjeta está conectada con otras según las decisiones del lector… Lo importante es tener claro qué contenido vas a poner en cada “tarjeta” y cómo va a terminar ese fragmento (es decir: cuál será la decisión final de esa escena).
Lo más difícil: sin duda, tener en la cabeza todas las variantes de la historia. En mi caso esta novela es muy simple y no tiene tanta complicación, pero sé que la próxima vez si la aventura es más ambiciosa será muchísimo más difícil tener en cuenta todos los detalles y no cometer errores. Por ejemplo: si tienes tres hilos narrativos 1, 2 y 3, y tres personajes A, B y C, en el hilo narrativo 1 el personaje A conoce a C; pero en el hilo 2 A no conoce a C, y en el hilo narrativo 3 A conoce a C pero no llega a hablar con él de un tema concreto. Los hilos narrativos se van multiplicando y las cosas se van haciendo más complicadas, y llega un momento en que es casi imposible recordar si A conoce a C (en ese hilo), si B le dijo algo a A o no se lo dijo… Yo soy una persona con una mente extremadamente ordenada y para esta historia no necesité mucha ayuda, pero estoy seguro de que si en el futuro empiezo un proyecto más profesional y complejo necesitaré un esquema escrito para recordar todos los detalles relevantes.
Y por último, la diferencia más grande con una novela “tradicional”: cuando yo escribo una historia los personajes están “vivos” en mi mente, me siento identificado con ellos, son parte de mí y sus decisiones son consecuencia de su personalidad. Es decir: primero construyo al personaje, y luego dejo que sean libres así que la acción nace de manera natural. En un “librojuego” esto es imposible, porque los personajes no hacen una sola cosa (de hecho hacen cosas opuestas), cada decisión crea dos versiones distintas de la historia y mi trabajo como escritor es hacer que la manera de ser del personaje sea coherente con lo que acaba de pasar. Es decir: en una historia “normal” las decisiones de los personajes son consecuencia de quiénes son ellos (Supermán hace cosas de superhéroe, Drácula hace cosas de vampiro… Los actos de cada uno son coherentes con su identidad), pero en este tipo de aventuras el proceso es exactamente al revés. Primero viene la decisión, luego el escritor tiene que reconstruir la identidad del personaje para que sea coherente con lo que acaba de suceder. Para mí, de toda mi experiencia de 8 meses trabajando en esta obra, este aspecto fue el más interesante y el que más me impactó como creador.
Espero haber podido ayudarte, saludos -Mandelrot-
PD: un detalle para mejorar tu español. Seguramente tu escuela te han dicho que las cartas a un extraño se empiezan con “Muy Sr. mío”, se escriben tratando de usted y se acaban con algo parecido a ese “atento saludo”: ok, es verdad… Pero esto es Internet, yo soy español (en Latinoamérica su castellano es mucho más formal y educado que aquí) y en este contexto es demasiado. Imagino que en Polonia los estándares sociales serán más estrictos, pero diles de mi parte a tus profesores que Spain is different :-p
Muchas veces he comentado cosas como estas sobre la aventura interactiva con lectores individuales y había pensado que en algún momento compartiría mis reflexiones también con ustedes. Lo hago ahora porque siempre me resulta una sorpresa súper agradable cuando compruebo que los miles y miles de horas de trabajo gratis que en todos estos años le he echado al blog de verdad han servido y sirven para algo, influyendo en otras personas para hacer sus vidas un poquito mejores; pero en este caso me alegra especialmente porque ya saben ustedes que soy especialmente sensible al desarrollo de la ciencia, la cultura y el patrimonio intelectual en general. Además de lo que son mis aportaciones personales, el hecho de que una obra mía motive a una estudiante de un país del quinto pino a investigar un campo que le resulta nuevo para mí es lo máximo que puedo conseguir en esta vida: hacer avanzar el conocimiento humano aunque solo sea una fracción ultramegaminúscula, qué pasada.