La noticia aquí. Cuando era muy jovencito, aún no tenía experiencia de vivir entre extranjeros y todavía pensaba que España era un país del Primer Mundo, estuve una semana en un viaje relámpago desde los Pirineos hasta Viena dando un rodeo para visitar algunos sitios interesantes. Recuerdo que en Innsbruck los que íbamos en el grupo (de españoles) preguntamos en el hotel cómo movernos por ahí, y nos explicaron que teníamos que comprar un billete del transporte público en unos quioscos para luego poder usarlos. Pero lo que nadie ni siquiera nos mencionó (y nos sorprendió a todos) fue que ni para subir ni durante el viaje nadie comprobaba que los viajeros hubieran pagado: las puertas se abrían, entrabas y listos. El comentario general fue "si lo llegamos a saber habríamos viajado gratis"... Qué tontos los austríacos y qué listos nosotros.
