Instinto natural


Hace muchos años cuando era joven tenía una compañera de trabajo que trajo una vez a su hija pequeña al spa donde yo estaba. Le pedí que me sacara una foto con ella en brazos para usarla en Facebook como reclamo para las chicas (si ya me conocen para qué les voy a mentir), pero aunque la pequeña se dejaba sostener por todos cuando me la pasaron a mí se echó a llorar como un lechón siendo degollado. Se la di a su madre y se calmó, ella se la pasó a otra compañera y no pasó nada, y cuando volvió a mí se puso a berrear otra vez como una loca. Parece que los niños algo de percepción sí tienen.