Una vez me escribió un (joven) lector sobre
El Viajero, diciéndome que le habían impresionado algunas de las lecciones tan profundas que encerraba la historia y que había reflexionado y aprendido mucho, pero que sobre todo se había quedado con la sensación de que en la vida se pierden más cosas de las que se ganan. Yo le respondí que, aunque eso acabe siendo así (y de hecho esa una de las ideas principales no solo de El Viajero, sino de todo lo que he escrito), es el tiempo que disfrutamos de tener esas cosas con nosotros lo que hace que esta vida valga la pena...