Estas Navidades las estoy pasando entre trabajando como un loco, estudiando también a tope una nueva asignatura que me ha caído encima como un saco de ladrillos, e ignorando las felicitaciones (tanto las ñoñas como las supuestamente graciosas) que reenvía la gente por WhatsApp como si sirvieran para algo aparte de molestar. Pero no me puedo quejar porque sé que muchos de mis lectores van a pasar estas fechas rodeados de familiares y otras personas cercanas, así que en comparación con ese panorama apocalíptico yo soy un tipo afortunado... ¡Muchas felicidades a todos!