Matterhorn


Al lado del monte Toblerone hay un pueblito que se llama Zermatt, muy pequeñito y agradable, del que los turistas suelen conocer la montaña, las pistas de esquí o detalles como que los coches tienen prohibido el acceso (se supone que el calor de los motores de combustión podría ser perjudicial para el glaciar y nosequé) así que en el lugar solo hay unos microtaxis eléctricos curiosos.

La cara que el público no ve es la de la gente que trabaja allí: hay un montón de minihoteles familiares y muchísima proporción de gente joven que va por temporadas a sacarse una pasta trabajando a destajo en ellos, así que la vida nocturna es súper animada para un sitio tan minúsculo y por otra parte los precios son brutales e impagables si no te consigues un puesto en el que además del sueldo tengas incluida la habitación. Para que se hagan una idea tengo un amigo allí que por un estudio de unos 15 metros cuadrados pagaba algo menos de 2000 euros mensuales... Suele bromear con que se ahorra el dinero en calefacción porque le entran sudores solo de ver las facturas. Conozco otros casos igualmente disparatados de otros sitios de Suiza y Austria, tan ultramegamaravillosos como imposibles para los mortales.