Esta mañana una amiga que tengo en Noruega puso en su Facebook una foto del termómetro de su coche a -23 grados; y parece que
en Austria también están notando el invierno. Yo con menos de 30 ya estoy sacando el anorak del armario y por debajo de 20 siento como si viviera en medio de la Antártida, si estuviera en un sitio así me soldaría a la estufa en septiembre y no la soltaría hasta mitad de junio.