El otro día iba al trabajo por la mañana y las calles estaban inusualmente tranquilas y silenciosas, y yo pensé: "¿se habrán cumplido mis deseos y se habrán extinguido las tres cuartas partes de la población mundial?" Luego me di cuenta de que era festivo (martes de carnaval) y por eso había menos gente por ahí. Pero la esperanza es lo último que se pierde.
