El mercado de imbéciles cotiza al alza

Esta mañana tuve que viajar a Tenerife por asuntos de trabajo, y me sorprendió ver bastantes carteles como este por toda la zona. Primero pensé que debía ser algún anuncio de película o algo así en plan ficción (me parecía sencillamente imposible que fuera real), pero lo veía tan raro que saqué la foto y cuando le pregunté a una de las personas de la sede de mi empresa allí me confirmó que efectivamente se trata de una tía que sale en la tele local hablando de sus rollos mágicos y que además debe ganar muchísima pasta para pagar lo que valen los cartelones que hay por ahí.

Esto me recordó a hace un tiempo en que estaba hablando con alguien que trabajaba con protectoras de animales, y me contó que cuando llegaba octubre paraba en seco las adopciones de gatos negros (también blancos) porque muchísima gente fingía que quería darles un hogar cuando en realidad los usaba para matarlos en el día de los muertos; y que además se sacrifican en rituales vudú, maldiciones, males de ojo y todo tipo de otras mierdas para idiotas supersticiosos. Yo en aquel momento le dije que me costaba creerme lo que estaba escuchando, que por muy mala que fuera mi opinión sobre el ser humano esto superaba (por abajo) los límites de lo que pensaba posible y que había que ser realmente subnormal profundo para creerse estas payasadas y encima hacer daño a pobres bichos usándolas como excusa; pero luego lo comprobé por otras fuentes, resulta que hay bastantes canarios que están en esta basura aunque la mayoría de casos (de los graves) vienen por latinoamericanos que han importado aquí sus enfermedades mentales y también sus redes organizadas. Ya queda menos para que los robots acaben con todo esto y por fin una especie inteligente domine el planeta.