Demoledor gráfico de Robin Brooks (Vía Rallo). Un día, cuando había empezado la crisis de 2008, estaba hablando con un cliente alemán del asunto y le dije: "la primera vez que estuve en Münster (mi ciudad favorita de Alemania) mis amigos me contaron que, después de los bombardeos de la II Guerra Mundial, los ciudadanos reconstruyeron los edificios con las mismas piedras que quedaban desperdigadas por las calles como restos de las casas destruidas. Lo que a mí me preocupa de una catástrofe no es la catástrofe en sí, sino la gente que luego estará ahí para reconstruir el país: incluso si mañana hubiera otra guerra y Alemania quedara arrasada, conociendo a los alemanes yo apostaría cualquier cosa a que saldrán adelante aunque sea reconstruyendo sus vidas con las piedras del suelo. El problema de España no es la crisis, sino qué clase de gente es la que tendrá que superarla".
Pero hey, ¡alegría! Estamos mejor que Argentina, aunque sea por los pelos. Y seguro que nuestra situación es buena teniendo en cuenta los países de nuestro entorno.