Ayer por la mañana iba tranquilamente de camino al trabajo y en una de las calles por las que pasaba me encontré con esto:
Los globos son de un supermercado que hay por allí. Al ver toda la calle englobada pensé que, o bien casualmente todos y cada uno de los coches y las motos que había por allí eran de empleados del supermercado (el típico jefe tóxico que tiene su idea creativa de mierda y que obliga a sus esclavos a seguirle), o bien a algún genio del marketing se le ocurrió que lo mejor que podían hacer para caerles bien a los vecinos de la zona era darles la sorpresa mañanera de usar su coche como plataforma publicitaria y hacerles perder tiempo en quitar los globitos (y ver qué hacer con ellos) antes de seguir para el trabajo. A veces me pregunto si existe la gente normal.
