Ser un caballero no es gratis


(El tweet aquí). Si me estás diciendo que la única manera de que tú termines la cita plenamente feliz, satisfecha y con ganas de vernos de nuevo es poniendo pasta... No, gracias. Ya encontraré a alguien que aprecie su tiempo conmigo gratis, no soy un baboso arrastrado como esos otros.

A mí me parece fantástico que alguien quiera ofrecerle a la otra persona el privilegio de regalarle algo (pagar la cuenta o lo que sea), porque sea una manera de expresar lo especialmente bien que se siente con ella haciendo algo que no tiene por qué hacer; lo que no voy a tragar es que nadie piense que tiene el derecho de que yo haga algo por ella porque sí. Y vamos, si fuera una mujer y para sacarme por ahí me tuvieran que alquilar reflexionaría seriamente sobre por qué mi valor personal es tan, pero tan bajo, que tiene precio.