Las fotos no hacen justicia a la realidad porque la cámara de mi móvil es muy mala, pero la vista del arcoíris entre las nubes de esta tarde era espectacular; hoy ha llegado el otoño a Las Palmas (hasta ayer teníamos 27 grados) y por lo visto se esperan un par de días de lluvia en la ciudad. Hay dos tipos de personas, los lagartos y los pingüinos: yo soy un lagarto y para mí la temperatura ideal es la franja de 30-36º, y por debajo de eso hace frío (el cero absoluto está en los 20º). Comienza la temporada de maldecir los putos alisios hasta el próximo agosto, pero no pierdo la esperanza de mudarme algún día de nuevo al lugar con mejor clima del mundo y olvidarme del mal tiempo y de paso de vivir rodeado de españoles.