Bueno, no del todo porque después de pintar mañana me quedará irme el martes a cambiar el lavabo actual por uno superguay de mueble que completará el aspecto moderno de la casa (no lo pongo aún para que se manche el viejo); pero cuando haga eso ya podremos decir que la reforma habrá terminado. Albañilería, electricidad, cocina y baño nuevos, suelo de madera y vinilo, puerta de seguridad e interiores, rejas... El apartamento está súper lejos de mi idea óptima y se me ocurren muchas otras cosas que podría mejorar, pero yo creo que después de dos años de romperme la espalda ahí ya vale.
A partir del próximo finde empezaré con las mil cosas que quedan (armario, espejo del baño, iluminación) pero lo grande ya casi está; va a quedar una casa sencilla pero muy cómoda, más que suficiente para alguien de vida minimalista y espartana como yo. Cuando esté allí se la enseño.