(Vía Lupe). Para los extranjeros que creen que España es Europa y a los que por tanto esto les sorprende, les voy a contar una historia. Aquí hubo hace no mucho un vicepresidente que dirigía su partido con su novia, entonces se ligó a otra, rompió con la primera y le quitó sus cargos (al final esta se tuvo que ir de la política), puso de jefa en el partido a la segunda, y cuando llegó a la vicepresidencia además la puso de ministra. Espero que ahora entiendan ustedes el valor y el prestigio que tiene aquí el puesto de ministro: en realidad y en general cualquiera puede llegar a cualquier cargo del Estado por alto que sea, porque el único requisito es chupar bien las pollas adecuadas.