¿Quién querría escapar del Paraíso?

En mi vida cotidiana tengo más relación con alemanes que con españoles; en general tienen muchas cosas que me gustan -hay de todo, claro- y tengo en Alemania buenos amigos, algunos justamente en Berlín.

La primera vez que viajé a ese país fue a la maravillosa ciudad de Münster; estuve en el cine viendo una película llamada "Comedian Harmonists", sobre un grupo de cantantes muy famosos antes de la II Guerra Mundial, que se separaron con el alzamiento de los nazis porque algunos eran judíos... En la peli se reflejaba entre otras cosas la presión creciente sobre ellos, y recuerdo que mis amigos allí -uno de ellos alemán- me dijo que yo no podía comprender hasta qué punto era duro para su pueblo ver algo así sobre su propia historia. No era una peli sobre un grupo de cantantes, era mucho más.

Cuando vi por primera vez el documental que les traigo hoy (en versión original entonces) fue en uno de los aniversarios de la caída del Muro, antes de mi contacto tan directo con los alemanes. Ahora lo he visto de nuevo en español y me doy cuenta de que, efectivamente, hay cosas que antes no podía entender de verdad por mucho que me las contaran; y además estoy seguro de que siendo extranjero jamás llegaré a darme cuenta del todo de lo profunda que es esta herida...

4 comentarios:

  1. La empatía es independiente de cualquier nacionalidad.
    Al margen de que vivieran en un sitio u otro, o de que izaran una bandera u otra, creo que de lo que se trata es de un acto contra la Humanidad. Atentar contra eso hace que cualquier persona con un sentido común en niveles apropiados pueda alcanzar a ver el daño que eso produce. Hay muchos alemanes,que no se lo han planteado con la misma seriedad que lo has hecho tú... eso ya te da para tener un atisbo de comprensión sobre el alcance de esa herida.
    Todos podemos llegar a sentirlo...
    Si no fuera así, sólo los americanos lamentarían el 11-S. Sólo los cristianos se avergonzarían de las Cruzadas... o sólo los católicos repudiarían la Inquisición.
    Ante cosas así, antes que alemanes, españoles, religiosos o agnósticos... todos somos humanos.
    Humildemente..

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  2. En el caso del comentario de mi amigo alemán él se refería sobre todo a la vergüenza de pensar que ellos habían participado en toda esa barbaridad; vamos, sus padres, o alguien de su familia o de su entorno... Todos conocían a alguien que había estado allí y, fuera por acción u omisión, habían formado parte de aquello. Para él era como un estigma, como quien comete un error en el pasado que le avergüenza toda la vida aunque los demás no se lo echen en cara...

    Esto me recuerda a la madre de una novia (francesa) que tuve hace años; el lugar donde vivía la familia había estado en la Francia ocupada, la señora era entonces nada más que una niña, pero decía que aún podía recordar con pánico los soldados uniformados patrullando por las calles (aparte de cosas que hicieron a personas que conocía) y era incapaz de ver una película ambientada en la II Guerra Mundial porque sólo de ver a los nazis se angustiaba.

    Y por último el tercer ejemplo que se me ocurre fue algo que me pasó estando en Berlín, justamente en el monumento a los asesinados en el Holocausto; yo estaba allí sobrecogido por lo que aquello simbolizaba y por todas partes había turistas sacando fotos, haciendo bromas y algunos incluso con niños jugando entre las piedras mientras sus padres pensaban en los souvenirs.

    Tienes toda la razón creo yo en lo de que simplemente como humanos tenemos el "sentido del bien y del mal" para distinguirlos; pero hay quien no se molesta en ir más allá de eso, ¿no crees?

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  3. Sí, y lo comparto.
    Quizás mi argumentación va un poco más a que no creo que sea justo estigmatizarse por aquello que han cometido algunos descerebrados simplemente porque guardasen algún tipo de relación contigo. Para mí es mucho más avergonzante un madrileño neo-nazi, que ni siquiera es alemán, por el hecho de ser partícipe de esa idea.
    Creo que como ciudadanía globalizada, las ideas y valores de una persona son los que los diferencian entre sí, muy por encima de lo que una bandera o pasaporte quiera unirlos.
    Yo también tengo amigos alemanes, y les ocurre lo mismo, sienten una especie de vergüenza profunda que les marca, y también tengo amigos de otros países que fueron ocupados y que experimentan las mismas sensaciones que tú me cuentas..
    Lo que trato de explicar es algo tan subjetivo que quizá no halle la forma adecuada con palabras.
    Entiendo la forma de pensar de tu amigo.
    Es escabroso...

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  4. Me parece que esto va sobre todo con la persona concreta y su sensibilidad hacia lo moralmente aberrante. ¿Quizá su educación? Tú y yo estamos ahora hablando de esto que nos parece una salvajada inhumana y el nazi que pones de ejemplo se lamentaría de que no acabaron el trabajo...

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