Escultura: Kyro en la batalla

No sé cómo será para otros artistas; hablando personalmente, les puedo contar que para mí como escritor hay tres niveles de satisfacción por una creación. El primero es por la obra en sí, cuando va tomando forma y cuando por fin la terminas y disfrutas de ella completa; el segundo cuando la compartes con otros y recibes su feedback (en el caso de este blog, por los mensajes que ustedes me envían y que yo les agradezco); y el tercero, el que te hace sentir que trasciendes y que llegas a ser algo más, es cuando tu arte inspira a otros a hacer sus propias creaciones. Yo no voy a pasar por la experiencia y no sé si es comparable, pero lo único parecido que se me ocurre es cuando te sientes orgulloso de lo que consigue un hijo que va más allá de adonde has llegado tú.

Ya les he contado que El Viajero es una de las mejores cosas que ha pasado en mi vida; disfruté muchísimo escribiéndolo y viajando con Kyro, acompañándole en sus extraordinarias aventuras, y el único adjetivo que se me ocurre para describir la sensación cuando acabé la trilogía es "indescriptible". Haber superado las 6.500 descargas y recibir un montón de mensajes de lectores es un premio que siempre que me llega me alegra el día... Y cuando además un artista, en este caso mi amigo el escultor Ricardo Díaz, me envía fotos de su nueva figura terminada y veo a mi personaje vivo gracias a su trabajo y su enorme talento, me embarga la más profunda felicidad:






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Los que ya han leído El Viajero saben que en la historia cabe cualquier cosa: desde por ejemplo el amor, la intriga o el drama hasta -como en este caso- un momento de lucha que el autor ha recreado con una extraordinaria violencia y que yo creo que le da un tremendo "poder" a la figura. Según me ha contado le ha costado unas 40 horas netas de trabajo, y la figura tiene 18 cms de alto y la base unos 17x17; así que no solo hay que valorar el trabajo artístico, sino la dificultad de hacerlo todo en miniatura. Tómense un momentito para fijarse en los detalles y comprenderán lo que quiero decir.

Además, y para que se hagan una idea de en qué condiciones se ha hecho esto, Ricardo está a punto de ser padre de aquí a un par de semanas; trabaja ahora mismo 10 horas diarias y tiene en su empresa un cargo de muchísima responsabilidad y que conlleva mucha presión, tiene que atender a su familia, y solo en su escasísimo tiempo libre y robándole horas al sueño se puede meter con su arte en un espacio que ni remotamente se acerca a lo que serían unas condiciones mínimamente serias. Encima hasta hace unos meses llevaba 10 años sin esculpir -y nunca había hecho nada parecido- y, sin ninguna ayuda, contando solo con Internet para investigar y aprender y un talento innato para esto, se ha puesto a trabajar con disciplina absoluta y lo primero que ha hecho es una serie de esculturas (la de Kyro es la quinta) que está a la altura de cualquier profesional experimentado de los mejores del sector. Díganme si con todo esto uno ve el resultado de su trabajo y no es como para tenerle una enorme admiración.

He estado viendo algunas fotos de otros trabajos que próximamente publicará en su web Sculpting Magic y me he quedado flipando en colores; la página todavía no está actualizada -según me ha contado está trabajando en una nueva figura y quiere terminarla antes de subir el nuevo material- pero tengo una recomendación para ustedes: guárdense el link por ahí y dentro de un mes o dos háganle una visita. Vamos, no es que lo que tiene ahora esté mal ni mucho menos, pero les aseguro que no se puede ni comparar con lo que verán entonces. Si les gusta el arte fantástico les encantará, y si no tienen ese interés se la recomiendo simplemente porque tendrán una prueba más de cómo cualquier persona, a base de esfuerzo y superación, puede conseguir todo lo que se proponga y llegar al máximo nivel en cualquier cosa. ¿Quién sabe? A lo mejor todo esto les anima a ustedes también y por fin empiezan con esa pasión oculta que tanto les gustaría hacer realidad...