Aún es solo una idea que me ronda por la cabeza y no hay nada que garantice que en algún momento lo haré de verdad, pero podría ser que este invierno me decidiera por fin a sentar la cabeza y fundar una familia... Adoptando a una pareja de gatos (lo siento Mamá, mentalízate de que eso es lo más parecido a unos nietos que tendrás de mí). Si al final la cosa se materializara lo compartiré con ustedes, ¡por supuesto!