Ya saben que me encantan los felinos de todos los tipos, grandes o pequeños: qué les voy a contar si mi serie favorita del blog es la que dedico a los gatos... Pero vamos, concretamente y aunque tienen muchas otras cualidades que me encantan (su belleza, su extraordinaria elegancia, su carácter e incluso sus manías) si tuviera que elegir algo que sobre todo me enamora de ellos es su capacidad de "mimoseo". La manera en que lo hacen es única: los perros, por ejemplo, también se te acercan para que los rasques o se te echan encima sin complejos; pero los gatos lo hacen de tal manera que parece como si fueran plenamente conscientes de que el contacto es algo maravilloso y el placer de disfrutarlo al máximo un derecho irrenunciable. Nos queda mucho que aprender a los humanos...
