Sonríe a la cámara


He tenido amigos a los que les gustaba la caza, pero eso no cambia mi opinión sobre cualquiera que disfrute matando o siquiera haciendo daño a un animal (esto incluye los aficionados a los toros y demás torturas por diversión): si no fuera porque las leyes no lo aprueban no me importaría ser yo mismo el verdugo que les diera a probar su propia medicina...