Una sociedad "justa"


Más de una vez he recibido sugerencias por parte de lectores que me proponen hablar de temas políticos o económicos, sobre todo ahora con la crisis que tenemos encima -y la que nos va a caer-; ya saben que no suelo tratar estas cuestiones en Mandelrot, pero no porque no tenga opiniones al respecto sino porque precisamente mis ideas implican no tratar de "evangelizar" a nadie ni dejar que me lo hagan a mí. De todas formas por una vez voy a hablarles un poco de lo que pienso (con palabras muy sencillas, tranquilos) y así satisfaré la curiosidad de los que me han preguntado.

A mí me parece muy bien que cada uno tenga su visión de la sociedad: conservadores, socialistas, socialdemócratas, comunistas, democratacristianos... Lo que quieran: tengo amigos de todas las tendencias y (aunque a veces dicen cosas que me ponen los pelos de punta) son todos respetables. Lo malo que tienen estas ideologías es que para llevarlas a la práctica tienes forzosamente que obligar a los que no están de acuerdo contigo, y ahí es donde discrepamos.

Yo soy liberal, lo que en pocas palabras quiere decir "tú ten las ideas que quieras sobre lo que es una sociedad justa, pero no me las impongas a mí y mucho menos me obligues a pagártelas con mis impuestos". Esto incluye no solo la economía, sino todo: por poner algunos ejemplos creo que las drogas deberían ser legales, que deberían estar permitidas cosas como ir en moto sin casco, o en coche sin cinturón de seguridad, la eutanasia voluntaria, y hasta los intentos de suicidio -que en algunos países están penados-. Eso sí: el que se drogue y tenga problemas físicos, o el que vaya sin casco y tenga un accidente, que se pague el médico de su bolsillo.

Creo que en general se parte de una idea errónea: la de que el Estado es una cosa que está "flotando" sobre nosotros, a la que tenemos que pagar y que a cambio nos da una serie de servicios. Yo no lo veo así: en mi opinión un país es como una comunidad de vecinos, ponemos entre todos un dinero en un fondo común para financiarnos los servicios que no podríamos tener por nosotros mismos. Esto incluye infraestructuras, seguridad, justicia, etc.

Aunque parece que la diferencia entre las dos visiones no es mucha en realidad esto trae consecuencias totalmente diferentes:
- El "superpoder flotante" implica que el Estado tendría derecho a entrar en las vidas de los ciudadanos para decirles lo que es correcto y lo que no, y de paso también tendría derecho a sacarles todo el dinero que considerara oportuno para financiar las actividades o servicios que el que esté mandando en ese momento considere buenos o adecuados. Si el partido que esté gobernando cree que hay que financiar a las distintas religiones, por ejemplo, pues destinará dinero (nuestro) a subvenciones a Iglesias; si luego viene otro que piense que hay que subvencionar asociaciones de gays y lesbianas, pues volverá a sacarnos dinero de nuestro bolsillo para pagar a los que crea que deben prosperar.

- La "gran comunidad de ciudadanos" quiere decir que el Estado no es nadie ajeno, sino que somos nosotros que nos juntamos para hacer cosas que no podríamos mantener solos. Seguridad, justicia, infraestructuras y cosas así. Luego hay detalles como si debería meterse en educación o servicios médicos, u otros temas concretos; pero son ya cuestiones discutibles y más puntuales. En general se trata de que elegimos a unos representantes simplemente para gestionar nuestros intereses y garantizar unos servicios mínimos razonables sean los que sean, y nada más. Lo que cada uno piense o haga con su vida privada es problema suyo y el resto de la comunidad no tiene derecho a meterse en su vida (siempre que se mantenga el respeto a los derechos individuales, claro).

¿Ven la diferencia? En la primera visión tenemos a "Papá Estado" que está ahí para protegernos del mal, ayudar a los desvalidos, decirnos lo que es correcto y lo que no, y por supuesto con todo el derecho del mundo a que le paguemos lo que él decida para que la sociedad siga el modelo "bueno": un Gobierno conservador dirigirá la sociedad a un modelo conservador (ejemplo español: Partido Popular), un Gobierno socialista a un modelo socialista (ejemplo español: Partido Socialista), etcétera. En general la idea básica es la de que lo público tiene prioridad sobre lo privado.

Y en la segunda visión, la liberal, no existe el Estado en sí: somos nosotros mismos, cada uno tiene la responsabilidad de que las cosas le vayan bien o mal y cada uno decide lo que es bueno o malo para su vida, y simplemente llegamos a una serie de acuerdos generales para funcionar como sociedad y proteger nuestros derechos básicos (las leyes) y "contratamos" temporalmente a unos representantes que gestionarán nuestros intereses y los servicios que consideramos básicos e imprescindibles. Pero claro, como no tenemos a "Papá Estado" velando por lo que es bueno para nosotros, si queremos prosperar tenemos que espabilar: ser libres significa ser responsables de lo que nos ocurra, y si tomamos decisiones malas o actuamos alocadamente pagaremos las consecuencias y nadie nos solucionará nuestros problemas (o al menos no por obligación, otra cosa será que haya gente generosa que quiera libremente ayudarnos). La libertad y los derechos individuales tienen prioridad sobre lo público, y los políticos y profesionales públicos están ahí nada más para hacer lo que nosotros -sus jefes- les hayamos encargado hacer durante el tiempo que les toque hacerlo.

A mí me gustaría vivir sabiendo que, si me sucediera una catástrofe o me fueran rematadamente mal las cosas, el Estado me garantizaría un colchón mínimo para sobrevivir: un techo -zona común en albergues o similares-, comida, ropa y asistencia sanitaria básica (si quiero lujos como fumar o ver la tele, o una habitación para mí solo, tendré que pagármelos yo). Estos son los servicios sociales que creo que hay que tener sí o sí. Además por supuesto quiero infraestructuras, seguridad y justicia para progeter mi integridad y mis derechos, y quiero que todo esto me cueste lo mínimo posible y obteniendo la mayor calidad posible (un Estado central pequeño, eficiente, bien organizado y equipado con las últimas tecnologías). Creo que esto es lo fundamental.

Aparte de eso, si yo fuera político en un estado liberal defendería recaudar impuestos extra para invertir en que todos tuviéramos una educación y sanidad de gran calidad porque creo que son buenos para todos (mi opinión personal sobre estos dos puntos: nada de centros públicos, cheques personales para que cada uno se gaste libremente el dinero en la empresa privada que mejores servicios le dé; la competencia entre empresas es la única garantía de calidad). Además pondría especial énfasis en concienciar a los ciudadanos en los grandísimos beneficios de tener una sociedad del máximo nivel en ciencias (sociales y naturales) y arte, y para eso trataría por todos los medios de facilitar las donaciones -privadas- a todo tipo de entidades culturales, científicas y artísticas. No recaudaría impuestos para esto porque la gente tiene derecho a decidir que prefieren tener una sociedad de incultos si eso es lo que quieren, pero haría todo el esfuerzo personal posible para convencer y apoyar este tipo de iniciativas.

Por supuesto todo lo que les he contado no son más que ideas estrictamente individuales: creo que nunca habrá un Estado liberal de verdad, porque casi todo el mundo tiene tendencia a querer imponer sus ideas y porque hace muchísimo tiempo que nuestra clase política está bien "apoltronada" y nunca permitirá que nadie venga a estropearle el chollo. Además estamos demasiado acostumbrados a que venga alguien de arriba a protegernos y solucionar nuestros problemas, y si tenemos que sacrificar libertad a cambio de seguridad la mayoría vota y calla. Me parece una pena, pero si los ciudadanos quieren ser "esclavos felices" no queda más remedio que ser prácticos y hacerse a la idea...

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