Un ratón hambriento

Debía estarlo y mucho, porque se jugó el pellejo interrumpiendo el almuerzo del leopardo del zoo de Hertfordshire para ponerse a comerse su comida delante de sus narices:


Hasta el mismo leopardo se quedó tan sorprendido que en lugar de matar al ratón y comérselo también lo que hizo fue solo intentar empujarlo para quitarlo de allí... Pero el ratón no paró hasta llenarse antes de largarse tranquilamente. Como un señor...


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