Un pequeño accidente no es tan pequeño si eres masajista
Pues sí: el de la foto soy yo hace un momentito, hará un par de horas he resbalado por unas escaleras y he parado el golpe con las nalgas (estoy como en el chiste: "no, Papá, no puedo sentarme") y con el codo derecho, que inmediatemente me he dado cuenta de que se me iba a inflamar así que he puesto hielo para evitar que se me quedara como una pelota de tenis. No se me ha roto de puro milagro, los músculos del antebrazo han hecho de colchón y gracias a eso me he salvado, pero aún así duele lo suyo.
De momento solo me ha quedado el bultito que ven ahí señalado con la flecha (en la realidad se aprecia un poquito mayor) que como pueden ver comparado con el otro es apenas nada... Pero suficiente para no poder usar mi brazo para trabajar, así que ya he avisado de que el resto de la tarde y mañana me será imposible dar masaje. El jueves sí tendré trabajo a tope, y me las tendré que arreglar como sea porque no tendré más remedio que estar al pie del cañón aunque se me caiga el brazo (no, Mamá, no le puedo decir a mi jefa que me quedo en casa hasta que me recupere: esto es el mercado de trabajo).
En realidad para ustedes esto es bueno, porque como sí puedo teclear (sentado de lado como una señorita, pero en fin) esto significa que voy a tener unas horas extra para avanzar con el libro que estoy preparando. Luego estará que les guste o no les guste, pero al menos lo que es empeño ya ven que le echo...
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