No me lo van a creer, pero llevo un montón de tiempo buscando buen material para El Lado Malo y tengo unas ganas tremendas de añadir cosas a la que sé que es una de las secciones favoritas de muchos lectores (y odiada por otros tantos); pero últimamente o son cosas demasiado bestias para publicarlas y me tengo que reír yo solo, o no les veo ese punto de humor vulgar y grotesco que tanto me gusta. En fin, amigos salvajes, tengan paciencia que no me he olvidado de nuestro club...