Qué rico, una siesta


He sacado la foto de la página de Facebook de Adopta un amigo en Gran Canaria, en la que cuentan el final feliz de uno de sus bichos que por fin ha encontrado familia y como vemos ha sido cambiar del Infierno al Paraíso. Ayer mismo en un centro comercial de mi ciudad pasaba delante de una tienda de animales en la que como en muchas otras tienen cachorritos enjaulados cerca de la puerta para que lo vean las familias y los compren. Si fuera por mí en las jaulas exhibiría las cabezas de los dueños de la tienda acabaría con este tipo de tráfico de seres vivos, pero ya que no puedo al menos lo que sí está en mi mano es recomendarles que no colaboren con este tipo de negocios y sí adopten. No hay comparación.