No es broma: el chico tiene 25 años y es brasileño descendiente de europeos, estuvo en un intercambio de estudiantes en Corea y parece que
le afectó al cerebro se enamoró de algunas de las costumbres del país especialmente la de las modificaciones físicas gracias al quirófano que por allí están muy extendidas. Según sus propias declaraciones no tiene pensado hacerse nada más, personalmente en su caso creo que una ligera lobotomía sería para él el detalle perfecto...