Cómo arruinarte

Entre tu pareja y tú ganan 1000 dólares al mes. Tienen a los niños en un colegio muy malo pero carísimo, pagan un plan de salud muy malo pero carísimo, tienen un coche enorme que gasta un montón de gasolina y todos los años la pareja se toma un mes de vacaciones de superlujo gastándose una pasta. Total: ganan 1000 pero se gastan 1100. Los 100 que sobregastan los piden a los vecinos: como cada mes siguen gastando más de lo que ganan la deuda con los vecinos va aumentando, y ahora mismo deben ya 12000 dólares (o sea, el equivalente al 100% de sus ingresos anuales). La cosa pinta mal, ¿verdad?

Como la situación se está poniendo insostenible les dicen a sus hijos que van a hacer un plan de "austeridad" que consiste en cortar 40 dólares al mes... en comida para sus hijos. El coche sigue igual, las vacaciones de lujo se mantienen, recortan unos centimillos en el colegio remendando la ropa en lugar de comprar nueva (así que los niños encima van desharrapados a clase) y otros centimillos usando medicamentos (para los niños) caducados... Siguen gastando más de 1000 dólares al mes, pero la deuda en lugar de aumentar 100 aumenta 60 (lo cual retrasa el desastre, pero llegará igual). Los niños están bastante mosqueados porque pasan hambre, tienen agujeros en los zapatos y los medicamentos les hacen sentirse aún peor: pero como son niños y no tienen cerebro para identificar el problema, en lugar de exigirles a sus padres que administren bien el dinero lo que hacen es quejarse de que haya "austeridad" y demandan que el gasto para ellos vuelva a subir. O sea que la familia siga endeudándose hasta que reviente, vamos.

Llegados a este punto tienes tres opciones.

Opción 1: sientas a la familia en la mesa de la cocina, tienes una charla seria con ellos, admites que esto hay que arreglarlo y acabas renunciando a las vacaciones, poniendo a la venta el coche gastón y yendo al trabajo en bus, quitas a los críos de clases de arpa tibetana y piragüismo y les dices que durante un tiempo tendrán que conformarse con el refuerzo de matemáticas que es lo imprescindible, etc... Pero recuperas lo esencial, por ejemplo comida decente para los chicos. Así reduces tus gastos a 800, para dedicar los 200 que te sobran a desentramparte pagando lo que debes. Cuando equilibres la economía familiar y salgas del agujero empezarás a poder pensar en reanudar el piragüismo, invertir en un seguro de salud que sí sea bueno, etc.

Opción 2: sigues gastando más de lo que debes. Como tus hijos te presionan vuelves a subir los gastos "sociales" en comida y ropa pero te sigues dando la gran vida con tu cochazo, tus vacaciones y demás. Vuelves a gastar 100 euros de más todos los meses, la deuda aumenta hasta que revientas y te vas a la bancarrota. Les dices a tus hijos que la culpa es del capitalismo, que "ellos" te roban, que aquí lo que hace falta es una revolución y que el socialismo lo arreglaría todo y sería más justo. Vamos, el tipo de padre caradura que nadie quiere tener.

Opción 3: algunas familias tienen una impresora en el trastero y la pueden usar para crear su propio dinero. Si tú también tienes una (pongamos por ejemplo que tu moneda familiar se llame "mierdólar") y eres un irresponsable, en lugar de sentarte y empezar a recortar gastos innecesarios lo que haces es bajar al trastero, darle a la maquinita y ponerte a sacar mierdólares a tutiplén para pagar a tus acreedores y seguir dándote la gran vidorra. Pero claro, la ilusión no te va a durar mucho porque pronto los vecinos se van a dar cuenta de lo que está pasando y tu mierdólar perderá valor porque nadie lo querrá: así que como ahora cada mierdólar vale menos (es lo que se llama "inflación") y tú sigues siendo un imbécil caradura, lo que haces en lugar de ponerte de una vez a arreglar las cosas es... imprimir más mierdólares. Tu mierdólar se deprecia a toda velocidad, la familia está cada vez más empobrecida, tú le echas la culpa de todo al malvado capitalismo y tratas de mantener tu coche y tus vacaciones matando de hambre y miseria a tus hijos... Y llegas a esto:


En solo unos años el dinero que antes te servía para comprar un coche ahora solo te da para un teléfono móvil. Has pasado en solo un siglo de ser el segundo país más rico del mundo a hundir tu economía y a que tu moneda, antes poderosa, ahora sea papelucho prácticamente inútil. Eso sí: todo muy social.

Nota: las cosas aún pueden empeorar y mucho: en África hay países que ya tienen billetes de "un trillón de dólares" (y siguen despeñándose cada vez más pobres), o por poner otro ejemplo en la Alemania inflacionaria de la primera mitad del siglo XX el dinero llegó a valer tan poco que las entradas del cine se pagaban con salchichas. Ustedes verán lo que hacen con su voto.