Tahití


Si no fuera por lo que me contó una novia que tuve que tenía una hermana viviendo allí, sobre cómo cuando estabas viendo la tele te tenías que levantar de vez en cuando a apartar las cucarachas y demás bichos que se iban acumulando en la pantalla atraídos por la luz, casi hasta me pensaría ir por allí algún día.