Cómo hacer una buena presentación

En realidad debería haber titulado esto "cómo evitar hacer una mala presentación", y de paso amargarle la hora a tu audiencia. Diapositivas llenas de texto que no lee nadie, tipos de letra y estilos visuales penosos, efectos especiales como si estuvieras en un parque de atracciones... Por no hablar del recitado monótono y soporífero de los presentadores que en lugar de hablar leen como si aún estuviéramos en los años 70. Punto para los de Stanford, el mundo sería un lugar un poquito mejor si todo el mundo siguiera estos consejos a rajatabla: