Felicidad total


A los ya insoportables orangutanes que tengo por vecinos se han unido últimamente uno más que se pasa el tiempo gritándole agresivamente a su perro (que además cuando se queda solo se pone a ladrar) o poniendo música muy alta de día o de noche, y otra subnormal que se ha comprado un miniperro que no para de taladrarte los oídos con su ladrido agudo sobre todo porque lo tienen todo el día atado en el patio. El día que me salgan superpoderes aquí se va a montar el Armagedón.

(Más gráficas asociales aquí, me identifico plenamente con varias de ellas).