En España no hay paro

Como les expliqué en este post estoy ahora estudiando en el turno de noche (por cierto, para los que leyeron la otra entrada: mi insistencia pudo más que su resistencia). A principios de diciembre terminamos la asignatura de Android y ahora estamos con otra que va de "programación concurrente", interesantísima por cierto, y que va de cómo el ordenador hace varias cosas a la vez.

Este último día estaba en clase con dos profesores, el de Android y el de la asignatura actual. El de ahora me dijo que soy el único de toda la clase que ha entregado las tareas, y el de Android dijo "yo estoy preocupado, porque la mayoría de la gente ni siquiera me ha entregado lo de Android y eso que la asignatura ya acabó hace más de un mes". La cosa está tan mal que el de ahora ha decidido bajar el listón y aprobar a cualquiera que entregue solo las tres primeras tareas (así que yo ya estoy aprobado) y convertir todas las demás en "opcionales", porque si no probablemente salvo a mí tendría que suspender a todos los demás y eso en la España del siglo XXI en la práctica no se puede hacer. Por cierto, si el año pasado estuve rodeado por jóvenes veinteañeros, en el turno de noche prácticamente todos son de mi edad o más; así que no es un problema generacional... Si quieren en todo caso "degeneracional".

Pero atención a lo que viene que es lo fuerte. Los profesores me estaban contando todo esto (con mucha tristeza) y yo flipaba en colores porque a pesar de todo me resisto a creer que de verdad estemos tan mal, y uno de ellos contó que él este año se encarga de gestionar las prácticas en empresas y que muchas veces le ha pasado "cruzarme con uno de los empresarios a los que les mandamos alumnos y tener que cruzar la calle disimulando para que no me vea". Tenemos empresas que devuelven a los estudiantes (no los quieren ni trabajando gratis), me han contado anécdotas que son para quemarlos vivos en las hogueras de la Inquisición, y es que tampoco es extraño que si un tipo no es capaz de entregar ni siquiera una simple tarea de clase un mes después de que la asignatura haya terminado luego llegue a una empresa y no cumpla, ni siquiera se presente la mitad de los días, use la cuenta de la empresa para pedirse unas pizzas pensando que nadie se daría cuenta (ejemplo real de este último año), y demás. Por cierto, esto no es exclusivo de los estudiantes: ayer mi jefe nos reunió a todos y nos dijo "por favor, quería comentarles que si alguien no va a venir al trabajo porque se encuentra mal, porque le pasa algo o por la razón que sea, le pido que al menos me avise si no puede ser ese mismo día pues el siguiente, porque luego toda la oficina se ve en un problema porque queda su trabajo descuadrado y se rompe el plan". Yo dije: "pero esto es evidente, ¿de verdad hace falta decirlo?", y me respondió "es que ya son varias veces que pasa últimamente, y quiero recordarles a todos que por favor al menos cuando tengan un momento me manden un mensaje si no quieren llamar". Sin comentarios.

Esperen que lo bueno viene ahora. Les he mencionado que estoy metido en un proyecto de lo que podría convertirse en el futuro en una empresa de desarrollo de software: la cosa se alarga porque con todas mis obligaciones solo puedo dedicarle a esto el tiempo suelto que me queda libre y ya estoy pensando en 2018, pero lo que quería mencionarles es que hace mes y medio estuve buscando contratar a alguien para echarme una mano con una parte del trabajo pesado y así quitármelo de encima. Hablé con un profesor para pedirle que me recomendara a algún estudiante serio y en quien se pudiera confiar para hacerle una oferta, y me dijo: "lo siento, no conozco a nadie así".

Yo me quedé estupefacto, y seguí: "pero eso es imposible, por aquí pasan cientos de alumnos todos los años. ¿Es que no hay en ningún curso y en ninguna clase alguien que sea capaz de hacer lo que yo necesito?"; su respuesta fue aplastante: "mira, constantemente me llaman empresas para preguntarme lo mismo que tú y les tengo que decir lo que te estoy diciendo a ti. Los poquísimos que de vez en cuando aparecen que son buenos están ya todos colocados y los empresarios no van a dejar que se les vayan, lo que hay disponible es lo que tú ya has visto; no te puedo ayudar, si te recomiendo a alguien seguramente te va a fallar y me dejará mal a mí".

Mis siguientes palabras se basaron no solo en esto sino en mis años de experiencia en otros sectores: "luego dicen que en España no hay trabajo. No es que aquí falte trabajo, lo que falta es buena gente para trabajar". El profesor me tuvo que dar tristemente la razón.