Nuevo trabajo

El miércoles pasado me preguntó uno de mis profesores si me gustaría trabajar en algo relacionado con la informática, porque hay empresas que vienen preguntando a veces y en los últimos tiempos cada vez ocurre más. Le dije que sí pensando en una posibilidad hipotética... Esto de que las empresas vayan a buscarte a la escuela lo oyes a veces sobre carreras muy específicas o universidades muy prestigiosas, pero nunca pensé de verdad que me iba a pasar a mí.

El viernes por la tarde me suena el teléfono, es mi profesor para decirme que hay una posibilidad y que tengo que enviar mis datos y un perfil profesional a una dirección. Lo de "perfil profesional" en mi caso es de chiste, porque ¡soy estudiante de segundo año de cinco! Mi perfil profesional no existe, aparte de mis notas del año pasado mi currículum de informática es cero. Pero vale, hice lo que pude por reflejar mis conocimientos y aptitudes y envié la información.

El lunes por la mañana tuve una entrevista (luego he sabido que fueron varios más de mi escuela, mas los que hayan ido de otros sitios). Fue un poco dura porque 1) no se pareció en nada a todas las entrevistas de trabajo que había hecho antes en el sector del turismo, 2) todo giró en torno a cuestiones técnicas en muchas de la cuales yo estoy totalmente a cero al menos hasta que las estudie en los próximos cursos, y 3) lo que me pintaron del puesto apuntaba a que iba a ser complejo de cojones. Digo que fue dura, pero también les cuento que ha sido la entrevista en la que más he disfrutado en toda mi vida: ¡qué maravilla es hablar de temas profesionales con un ingeniero! Ya antes de la entrevista lo primero que me dijo fueron todas las condiciones (sorprendentemente buenas para lo que yo esperaba en un primer trabajo) para que si no me interesaban no perdiéramos más el tiempo, después en el encuentro personal todo giró sobre tecnologías que yo conocía y que no, lo que iba a necesitar y si yo era capaz de aprender esto o aquello y en cuánto tiempo, etc. Me vino a decir que le importaba menos cómo fuera yo personalmente con tal de que fuera capaz de solucionar todo lo que me pusieran por delante, me dijo claramente que le estaba costando muchísimo encontrar a alguien capacitado y que necesitaba a alguien que quisiera quedarse (para no tener dentro de tres meses el mismo problema otra vez), y de paso me puso una serie de ejercicios prácticos en plan "deberes" para el día siguiente a ver cómo era capaz de solucionarlos. Llegué a mi casa, me puse a ello y le envié todo esa misma noche.

Eso fue el lunes. El miércoles por la mañana me llamó para decirme si podía empezar hoy jueves a primera hora, y desde hoy a las 8 de la mañana tengo un nuevo trabajo en las oficinas centrales de la delegación de una mundialmente conocida multinacional en las Islas Canarias, en el departamento de informática. Booom.

Podría estar horas contándoles cosas curiosísimas e interesantísimas sobre mi nuevo trabajo, pero se lo voy a resumir en dos ideas: voy a sudar tinta china, y me encanta. Hablando con mis nuevos compañeros les decía (hecho polvo) que todo lo que he trabajado tan duro, todo lo que he estudiado y todo lo que podría aprender en una clase, ahora me encuentro con que no me sirve para nada porque las cosas a las que me voy a tener que enfrentar no se puede aprender a resolverlas en otro sitio más que aquí (lo complejo es el sistema interno de la empresa y el software específico que se usa, así que no puedo irme a casa y ponerme a estudiar extra porque no es algo que se pueda uno poner a practicar fuera del entorno de trabajo). Uno de ellos me dijo: "mira, todo lo que has estudiado sí te ha servido para algo, y es para estar sentado con nosotros ahora mismo; te ha servido para llegar a la entrevista y que te escogieran. Es verdad que ahora empiezas de cero, pero para ser capaz de sacar todo esto adelante lo esencial es ser capaz de pensar como un informático: eso es una cosa muy difícil y casi nadie la consigue, tú ya la tienes y a partir de aquí simplemente ponte a trabajar duro y cada día serás mejor".

Si les digo la verdad yo estoy supermegadecidido a exprimirme todo lo que haga falta para que esto salga bien, pero no me lo creeré hasta que pase el primer mes de prueba y me digan que no me echan. Vale que la actitud y la capacidad de pensar como un informático blablablá, pero es que el trabajo técnicamente me supera por mucho; este no es un puesto para un principiante y mucho menos para un estudiante -me lo han dado a mí porque hay una tremenda falta de programadores en el mercado y las empresas están locas por conseguir gente-, pero el hecho es que aquí estoy. Lo que tengo de bueno es que nadie va a currárselo más que yo y confío en que eso cuente, pero hoy llevaba allí dos horas y me parecía que llevaba diez con la cabeza como una lavadora y pensando que me estaban hablando en chino mandarín. En cualquier caso yo no me voy a rendir: si me dan una patada en el culo porque no sé lo que tengo que saber me parecerá perfecto -y seguramente merecido-, pero yo voy a estar allí como un reloj todos los días machacándome al máximo hasta el momento en que me confirmen en el puesto o me descarten. Veremos qué pasa.

Durante el mes de prueba no me va a quedar más remedio que mantener mis tres empleos y apretar con todo lo demás. De lunes a viernes hasta las 4 de la tarde en mi ahora principal trabajo, martes y jueves por las tardes en el trabajo 2 y sábados y domingos completos para el trabajo 3. Las tardes de los miércoles tengo cuatro horas de clase y los lunes y viernes por las tardes será cuando único pueda estudiar en casa, el gimnasio lo meteré a presión por donde pueda (innegociable aunque tenga que ir por las noches y quitarle horas al sueño), el blog lo iré rascando según vea, y de resto tendré que decirle a mi secretaria que posponga mis citas hasta nuevo aviso.

Quiero terminar compartiendo con ustedes mis conclusiones sobre todo esto.

La primera, hay que esforzarse: yo tengo sueños, pero no soy un soñador. Estoy tomando riesgos personales importantes, si las cosas me salen mal podría salir bastante malparado de todos estos cambalaches que estoy haciendo con mis inversiones profesionales, y soy perfectamente consciente de que si hasta ahora he tenido que sufrir cuando me tocaba probablemente ahora me viene una época especialmente dura por un tiempo hasta que me estabilice (espero que bien). Nadie lo tiene más claro que yo, nadie trabaja más duro que yo y nadie más que yo tiene la responsabilidad de mi vida si las cosas acaban saliendo mal.

La segunda, si te esfuerzas (y te esfuerzas con cabeza, apostando por vías con futuro) tus posibilidades de salir adelante con éxito son muy altas. Yo he elegido una nueva rama profesional difícil y muy compleja, pero estoy en un sector superdemandado y que tiene toda la pinta de que va a crecer infinitamente más. Un miércoles dije que estaba abierto a ofertas (un estudiante hablando como una estrella del rock), el viernes tuve la primera y ya soy un profesional en un puesto avanzado del sector y tengo una silla en el departamento de informática de una empresa de primer nivel. Si esto sale mal ya no tengo ni la más mínima duda de que habrá otras oportunidades y de que alguna de ellas cuajará. Estoy en el sitio correcto, tengo cualidades valiosas y cada día que pase aumentará mi formación y mi experiencia, así que esto no pinta fácil pero pinta bien.

Y la tercera, jamás hay que rendirse. Les voy a confesar una cosa: el lunes por la tarde estaba ocupándome de las tareas que el entrevistador me había puesto para el día siguiente y estuvo en mi cabeza la idea de abandonar. Lo que él me había pedido no es que fuera difícil, pero insistió en que lo hiciera con unas herramientas que yo no había usado nunca (las que usan en la empresa, yo conocía otras) y encima me pasé varias horas rompiéndome la cabeza porque había cosas que ni siquiera podía instalar en mi ordenador. Intentaba arrancar el programa y me aparecían ventanas de error; me bajé otra versión y me salían otros problemas de incompatibilidad en el sistema; me puse en otro ordenador y me pasó lo mismo; estuve más de tres horas rompiéndome la cabeza y leyendo foros en Internet de gente que había tenido los mismos problemas... Y en esas tres horas varias veces pensé "no hay manera, voy a tener que decirle que no he podido hacerlo". Pero no me di por vencido, seguí y seguí, hasta que todo estuvo instalado. Resolví las cuestiones que el tipo quería, tuve que buscar en Google otras que me mencionó también y que yo no conocía (enterarme de lo que eran, aprender cómo se hacían y hacerlas). Las envié ya de noche, y menos de 48 horas después tenía el puesto. Si me hubiera hundido en esas tres horas de mierda en las que estaba luchando contra un problema de un programa que no tenía nada que ver conmigo y no podía hacer el trabajo que se me había pedido y demostrar lo que sabía, si después cuando pude solucionar todo y hacer las tareas (ya completamente agotado) no me hubiera exigido un poco más para completar los detalles extra buscando en Google y aprendiendo lo que necesitaba para que mi entrega fuera perfecta... Si en cualquiera de esos momentos de debilidad hubiera cedido el miércoles por la mañana no habría recibido esa llamada y hoy no habría empezado el trabajo. Esforzarse no garantiza nada, rendirse garantiza el fracaso.

Les iré contando cómo sale la cosa cuando vaya pudiendo y seguiré publicando según saque algún rato por aquí o por allá. No sé si este es un primer paso ya en el camino bueno o tendrá que haber otros, pero ese primer paso ya está dado. Veremos a dónde llegamos.