Conclusiones sobre las elecciones españolas del domingo pasado

Varios de mis lectores extranjeros me han estado este par de días preguntando por la situación política en España, donde tenemos ración extra de elecciones en pocas semanas (estatales, locales y regionales, y europeas). Las cosas se han puesto tremendas en muy poco tiempo y parece que el terremoto va a seguir, así que es normal que todo esto despierte interés. Voy a contestarles a todos en un solo post aunque les aviso: el análisis que voy a hacer yo no se parece en nada a ninguno que haya visto hasta ahora de nadie, así que no se fíen solo de mi opinión y busquen por ahí otros puntos de vista. Vamos allá.

Para entender lo que está pasando hay que fijarse en tres aspectos, que voy a repasar de menos importante a más importante:



EL EJE IZQUIERDA-DERECHA

Todo el mundo se está fijando en esto y la verdad es que a mí me parece lo de menos, verán por qué. El resultado (en votos) por bloques ha sido así:

· Izquierda + ultraizquierda: 11'2 millones.
· Centro: 4,1 millones.
· Derecha + ultraderecha: 7 millones.

Los llamo así para simplificar porque a nuestros amigos extranjeros les dan igual los matices, cada uno les dará los que quiera. Por la ley electoral española el partido más votado tiene muchísima ventaja (el Partido Socialista, que ha quedado primero, necesitó 60.000 votos para conseguir cada parlamentario mientras que el quinto necesitó 110.000); así que este reparto de votos en la práctica se convierte en una llamativa victoria de la izquierda.

No sé lo que les parecerá a los jóvenes, pero yo tengo 47 años y esto me recuerda mucho a lo que vi cuando era niño y estábamos estrenando democracia; y me parece un resumen clarísimo de cómo piensan nuestros ciudadanos. Si se fijan, sumando la izquierda por una parte y el centro y la derecha por otro, tenemos más o menos lo mismo: y aquí está la clave de este aspecto del asunto. En los últimos 20 años los tres grupos "centroderechistas" habían estado (anómalamente) unidos y la izquierda votaba menos, y por eso ganaron durante un tiempo; pero eso solo se podía mantener mientras en ese "superpartido" hubiera líderes que lograran hacer que los demás en ese sector ideológico aceptaran seguirles, y resultó que el último (un tal Rajoy que incluso llegó a estar de presidente) resultó ser un absoluto inútil que consiguió que ya nadie quisiera ir tras él. Lógicamente, como resultado de su tremenda incompetencia el pegamento se rompió.

El ala más derechista que antes se llamaba Alianza Popular ahora se llama Vox, y el centro que en tiempos se llamó UCD ahora se llama Ciudadanos; pero vamos: que ahí seguimos, el mismo perro con distinto collar. Lo raro fue la etapa anterior de unidad en la derecha, esto es lo normal en España.

Y todo esto ¿es bueno o es malo? Cada uno sacará sus conclusiones, pero a mí me da bastante igual que me roben los socialistas de izquierdas o los socialistas de derechas. Hombre, los de izquierdas me van a robar muchísimo más y van a endeudarnos a todos por generaciones y por eso hubiera preferido a los otros, pero ya tengo asumido que seremos pobres para siempre así que por esa parte no tengo ya gran alarma. El resumen de este aspecto de mi análisis es muy sencillo: la sociedad española viene a tener un perfil ideológico parecido al de la griega o la portuguesa, y por eso España en el mundo viene a estar en un lugar parecido al de Portugal o Grecia. Aquí tenemos más gente y buenos contactos con América y por eso sonamos más, pero ya.


Una vez dicho esto entramos en la segunda parte que nos lleva a los otros dos aspectos de mi reflexión: las prioridades de los españoles.



ESPAÑA COMO REGIÓN

España ha muerto, aunque nadie quiere firmar el certificado de defunción. Sufrió una operación mortal hace ahora justo cuarenta años, cuando unos tipos en un despacho firmaron un pacto para hacer la transición a la democracia que incluía serrar el cuerpo del país en 17 trozos pegados con cinta adhesiva (y estos genios pensaban que la cinta aguantaría para siempre, qué listos); por supuesto desde el principio el paciente empezó a desangrarse por las uniones, los órganos fueron funcionando cada vez más por su cuenta, y los trocitos de cinta se fueron despegando.

Ahora tenemos al cadáver enchufado a una máquina respiratoria aunque con muerte cerebral, sus miembros están juntos sobre la cama pero ya no hay cinta ni nada que los mantenga ahí aparte de que unos están (geográficamente) al lado de los otros, y mientras tanto los médicos que ahora están de guardia están silbando mirando para otro lado esperando a que se les acabe el turno antes de que la máquina empiece a pitar y que así le toque el muerto a los del turno siguiente.

Hasta aquí la descripción de la situación. ¿Hay solución? ¿Se va a salvar el paciente España o después de 500 años de existencia realmente morirá? Miren, para que alguien sobreviva contra pronóstico a una enfermedad normalmente mortal lo primero y más básico que necesita son las ganas de vivir. Y la mayoría de españoles no las tienen. No es realmente que renieguen de su país, sino simplemente que para ellos España no es una prioridad y en estas elecciones lo hemos visto una vez más. Ahora mismo estamos en una situación especialmente mala (es como el enfermo además de las amputaciones resulta que ha pillado una pulmonía) y ha habido una serie de partidos que defendían seguir juntos y otros que no; y el hecho incontrovertible es que los españoles han preferido votar a quienes defendían su ideología sobre a los que defendían su idea de nación.

Es decir, no es que los españoles activamente quieran separarse (las encuestas públicas dicen lo contrario, quieren acabar con el sistema regional y recentralizar el Estado) sino que esto para ellos es una cuestión secundaria. Lo principal es que gobierne su ideología (y que no gobierne la otra), el resto si llega bien y si no también. Y claro, esto en otro sitio a lo mejor no sería un problema pero aquí estamos con el paciente troceado y muriéndose, y en este momento absolutamente clave la tensión de los separatistas era crítica: era el momento para ver qué pensaban de esto los "nacionales" y si realmente su prioridad era mantenerse juntos y el resto ya lo organizaremos, o bien que gobiernen los míos vivos o muertos. Ha quedado claro.

En España pasan cosas como que si se te pierde tu perro y pasa a la región de al lado ya no lo encuentras porque el chip del veterinario es incompatible entre regiones, o que si te vas de vacaciones a una región distinta y enfermas ya tienes problemas con el sistema de salud, o que una región puede estar quemándose en un incendio tremendo para el que no tienen recursos inmediatos, y negarles el paso a los bomberos de la región de al lado que tienen que quedarse mirando sin poder ayudar. ¿A que es estúpido? ¿A que es una locura? Pues sí, cosas como estas no le gustan a nadie; pero como digo para los ciudadanos esto es secundario y para los políticos es más importante reafirmar su separación con la región de al lado que salvar un pueblo que se está quemando. Y ojo, que les siguen votando igual.

Quizá la muestra más evidente de cómo el cadáver ya se está descomponiendo es que las regiones ya comienzan a tener su propia acción exterior: ¿se imaginan que en Madrid se abriera una Embajada de Patagonia como institución representativa oficial, con intereses distintos a los de Argentina y en algunos casos opuestos a estos? ¿O una embajada de Jalisco? ¿O de Bretaña? Evidentemente en países sanos esto sería imposible, porque los Gobiernos de Argentina, de México y de Francia tienen clarísimo que su país solo tiene una voz internacional (porque es una unidad nacional). Pues en España esto ya está pasando, más claro imposible. E irá a más, ya lo verán.

Resumiendo: hace cuarenta años España se concibió como una nación vertebrada mediante regiones; en 2019 se ha dado el último paso para consolidar España como una región geográfica compuesta de varios Estados nación. Todavía lo son solo de facto aunque aún no de nombre, pero yo estoy bastante seguro de que si la máquina no pita en este turno de médicos ya no le queda mucho más. ¿Quizá un par de décadas? Veremos, la hora que se ponga en el certificado de defunción me parece lo de menos. Los que la llevan en el corazón dicen que España es una gran nación: falso, quizá lo fuera hace 500 años pero hoy no lo es. Yo salgo de mi casa todos los días y voy 20 minutos caminando a trabajar, cruzo dos barrios a pie (uno pobre y otro muy pobre) hasta llegar a la zona industrial donde está mi empresa: y lo que veo no es a Blas de Lezo y a Don Pelayo dispuestos a luchar por su país o por nadie, sino un perfil de gente que a lo más que aspira es a que el que sea que gobierne no le quite la paga.

Lo siento por mis amigos de otros ya-casi-países, y también porque a mí me están robando un patrimonio que a mis antepasados les costó mucho construir; pero oye, estamos en una comunidad de vecinos que votan y si esto es lo que han votado no te queda otra que pagar la derrama aunque tú no estés de acuerdo. No es que los separatistas hayan ganado la votación contra nadie, sino que los vecinos ni siquiera fueron a la reunión de la comunidad porque prefirieron quedarse en casa viendo la tele porque a la misma hora había partido y jugaba su equipo. Y a los que están sufriendo en zona de guerra, de verdad que se me parte el corazón que tengan que ver cómo después de tragar lo intragable por defender la herencia de todos los demás les traicionemos de esta manera; pero es lo que tenemos. Yo seguiré votando cuando me toque, opinando por aquí y haciendo lo que pueda, pero es evidente que la mayoría está celebrando los goles de su equipo y ustedes no les importan nada.



EL APARTHEID

Les dije antes que iría de menos importante a más importante, y aquí viene lo que para mí es lo realmente más grave del asunto porque esto sí que va a cambiar la vida diaria de los ciudadanos desde ya. De los cinco partidos mayoritarios solo uno (el de "ultraderecha") defendía que los ciudadanos deben ser iguales ante la ley sin importar su sexo; los otros cuatro son partidarios de mantener la ley actual que pone al hombre por debajo de la mujer cuando están delante de un juez. Hace un par de semanas una pareja se estaba peleando por la calle y vino la policía local a separarles: no se dieron golpes fuertes ni nada, pero vamos: zarandeos, empujones y demás (exactamente iguales por las dos partes), la típica discusión-pelea agresiva con mucha alarma pero sin más consecuencias que las cuatro magulladuras que nos podemos imaginar. Resultado: él lo van a juzgar por una ley más dura que a ella porque es hombre, y de hecho lo primero que le pasó fue que (solo a él) lo detuvieron siguiendo esta "ley de violencia de género", que como pueden ver en su nombre tiene bien aplicado el singular porque solo castiga a uno de los dos.

Yo vivo en las Islas Canarias, que están en el Océano Atlántico no lejos de las costas de África, y acabo de ver que mi casa está a 2.188 kilómetros de Barcelona que está en la Península Ibérica (parte del continente europeo). Si alguna mujer barcelonesa decide ahora mismo que yo le caigo mal y me quiere fastidiar, puede ponerse unos shorts y una camiseta, bajar a la calle, parar al primer guardia que vea y decirle que hay un tipo en Canarias que le acaba de pegar un bofetón. No importa que sea evidentemente falso, que no nos hayamos visto en la vida, que ella no haya puesto nunca los pies en Canarias y que yo esté en el quinto pino con un océano de por medio y eso sea imposible: solo por esas palabras de ella la policía tendrá que venir a mi casa, me encontrará tranquilamente escribiendo con los ladridos de los perros de los vecinos de fondo, e inmediatamente seré detenido y encerrado hasta que el sistema judicial decida que me suelta. Lo que está ahora de moda es que las mujeres cuando quieren hacer daño a alguien denuncien los viernes por la tarde, para que el pobre tipo tenga que quedarse ahí hasta el lunes por la mañana cuando llegue el juez; así que chicas ya saben. Como sé que en cualquier momento me puede pasar esto a mí o a cualquiera, tengo claro que lo primero que haré será admitir que en realidad soy una quinceañera atrapada en el cuerpo de un casi cincuentón y pedir el cambio legal de sexo. Muy sano e inteligente todo, como ven.

No hay que ser un lince para ver, como les he dicho muchas veces, que esto nos perjudica a todos: a unos a corto plazo y a las otras a largo. Pero vamos, en lo que se refiere al tema de hoy creo que para hacer un análisis correcto tenemos que hacer números.

El único partido que defiende acabar con las leyes de género ha sacado el 10% de los votos. Del otro 90%, solo por quedarnos con los partidos grandes, tenemos que entre los otros cuatro han sacado algo más de 22 millones. Estuve leyendo hace poco que sus votantes están divididos más o menos a la mitad entre hombres y mujeres, lo cual nos deja que más o menos hay 11 millones de hombres que han votado activamente a partidos que defienden (y donde gobiernan aplican) que ellos mismos, cada uno de esos 11 millones, como es un agresor en potencia, tiene que ser desigual ante la ley con respecto a las mujeres. Les recuerdo que la Vicepresidenta del Gobierno, de este Partido Socialista que acaba de salir con mucha diferencia el más votado en las elecciones, dijo en declaraciones oficiales que ante cualquier denuncia de delito "las mujeres tienen que ser creídas sí o sí". Chicas, por favor si alguna desde Barcelona se ha dado por aludida y me quiere meter en la cárcel solo quiero decirles que Barcelona es una ciudad genial, que me solidarizo con el movimiento ultrafeminista, que ahora me llamo Gertrudis y tengo 15 años, y que efectivamente tienen razón y todos los tíos son unos cabrones.

Imagínense que vamos en una máquina del tiempo a la Alabama de mitad del siglo XX y nos encontramos con un negro que dice que va a votar al Ku Klux Klan porque está haciendo una buena gestión del servicio de limpieza en la ciudad. ¿Ustedes qué pensarían? No sé en su caso, yo desde luego me diría a mí mismo "o este tío no se ha enterado de que es negro o es que es gilipollas". A lo mejor es verdad que las calles están muy limpias, pero ¿es que este tipo no tiene sentido de las prioridades? Vale que no quiero que las calles estén sucias, pero si tengo que elegir entre eso y que en cualquier momento puedan venir unos encapuchados a pegarme legalmente una paliza o a violar a mi hija lo tendría claro. Desde luego tendría que ser subnormal para darle más importancia a la recogida de basuras que a la situación de mis derechos humanos.

Pues como les digo en España hay 11 millones de negros que han votado a partidos kukluxklanistas, y de esos partidos el que ha ganado ha sido justamente el que originalmente sacó la ley que dice que todos los negros son potencialmente criminales. Que esto lo voten las mujeres porque aún no le han visto las orejas al lobo y no se dan cuenta de lo que les espera vale, pero ¿los hombres? ¿Tenemos 11 millones de subnormales en este país que prefieren que gobiernen los suyos a que se protejan sus propios derechos civiles? Les dejo la respuesta a ustedes.

En fin, con ser esto lo realmente peor de todo, en lo que a mí respecta lo que me fastidia no es que 11 millones de hombres acepten renunciar a sus derechos (ellos sabrán lo que hacen), sino que con su voto me están obligando a mí a renunciar a los míos. ¿Ven por qué siempre les digo que el liberalismo es incompatible con la democracia?


Despues de todo esto tenemos que en mi opinión lo que ha pasado este domingo es una foto muy buena de lo que es la realidad social en España, que por supuesto tendrá su lógica traslación a la vida política y a la acción de este Gobierno y los que vengan después. La ideología es en mi opinión poco importante, la economía en la práctica no mucho más porque vamos a quebrar igual antes o después, lo de la nación es una lástima pero si no le importa a nadie pues es lo que hay, y lo que sí es un problemón es la sustitución de un régimen de ciudadanos más o menos iguales ante la ley por un régimen de segregación y odio contra la mitad de la población. Pero bueno, yo soy desarrollador de software, no tengo cargas ni ataduras y después de esto tampoco siento ya solidaridad hacia el conjunto de mis (todavía) compatriotas, y si las cosas se ponen realmente feas me puedo largar a Tailandia y que arda lo que quede detrás...