Qué rico, una siesta

(Vía Doga). Esto me ha recordado que, aunque la mayoría de la gente no sabe esto, Japón es un país con trabajadores muy poco productivos: los empleados pasan muchísimas horas calentando silla porque por cultura se sienten obligados a ello, pero en realidad (y según muchos testimonios que he visto al respecto) se trata de dar la apariencia socialmente correcta mientras en realidad pierden el tiempo de maneras totalmente absurdas solo para rellenar. Y les da igual, porque además resulta que están a la cola del mundo en motivación y solo fingen que les importa su empresa porque necesitan seguir el show para ascender. A pesar de lo que venden los tópicos en el Japón real nadie se siente inspirado por sus líderes, porque no hay líderes.