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Cuando aparecieron señales de que Canarias podría estar sobre un tesoro petrolífero, a los políticos locales (¿untados por nuesto vecino Marruecos?) les faltó tiempo para protestar para que no se investigara el tema con la excusa de que íbamos a destruir la Naturaleza canaria y blablablá. A mí lo que digan los tipos del puro, la moqueta y la comisión me da igual, y como a nadie con medio cerebro se le va a pasar por la cabeza renunciar a semejante regalo (cuando Noruega encontró petróleo multiplicó por dos su renta en tres años y hoy es uno de los países más ricos del mundo) confieso que ni siquiera yo pensé que los canarios pudieran ser tan subnormales. Optimista de mí.
Detrás de los políticos aparecieron tipos con pancartas, guitarras y sombreros de playa pastoreando a multitudes que se manifestaron insistentemente para forzar al Gobierno de entonces a olvidar el tema. A mí me daba vergüenza ajena por esta gentuza no solo por ovejunos y descerebrados, sino sobre todo porque resulta que las Islas Canarias son una región subvencionada y recibimos del Estado más que lo que aportamos. O sea, esto es como cuando conoces a una persona que viene a pedirte dinero porque lo está pasando mal, tú se lo das porque ves que lo necesita de verdad... Pero luego le encuentras una oportunidad para trabajar y le dices "vete a hablar con Fulanito de mi parte, que te está esperando" y te dice "mira, es que me viene mal porque tengo que madrugar" y lo rechaza para seguir pidiéndote dinero a ti. Nosotros ya rechazamos una súper oportunidad para poner en Las Palmas un superpuerto que habría sido un pulmón económico brutal "porque estropearía las vistas al mar de una parte de la ciudad" (literal), y ahora esto. Y el resto de los españoles a seguir pagando para que nosotros sigamos subvencionados disfrutando de las vistas.
Como yo no soy un parásito y tengo orgullo, y no quiero que nadie me mantenga si puedo evitarlo, al ver a los gusanos arrastrándose detrás de las pancartas escribí una serie de posts que me llevaron a que se me llenara el buzón de mensajes negativos. Mis dos ideas principales eran: por una parte, que hay que ser estúpido para renunciar a nuestra parte del tesoro por razones ecológicas sabiendo que Marruecos lo va a hacer igual a su lado de la línea y el riesgo es el mismo (como renunciar a las centrales nucleares y comprarle la electricidad nuclear al país de al lado); y por otra, solo alguien que es económicamente autosuficiente se puede permitir el lujo de rechazar riqueza. Si sabes que alguien se está quitando una parte de su renta para regalártela a ti y que vivas, no puedes rechazar el trabajo que te ofrecen porque te viene mal. Sencillamente es inaceptable.
Y después de tanto tiempo se ha revelado cuál era el objetivo real de aquella campaña contra nuestra riqueza: lo del ecologismo era un rollo para idiotas, el puerto de Las Palmas está lleno de plataformas como les he enseñado muchas veces y el riesgo es el mismo, pero curiosamente las protestas cesaron por arte de magia en cuanto se anunció que ahora España renunciaba y toda la pasta se la llevaba Marruecos. Y esperen que hay más: ahora encima por ley no se pueden hacer prospecciones de nada ni buscar fuentes de energía no ya en Canarias, sino en todo el territorio español. No sea que encontremos algo más, hay que cortar el problema de raíz.
Se lo he dicho muchas otras veces: el problema no está en los tipos del puro, la moqueta y la comisión, sino en quienes les votan. Tengo curiosidad por saber si ahora también voy a recibir mensajes negativos; sospecho que no muchos, hace tiempo que ante las evidencias que iba publicando los gusanos fueron volviendo a su hábitat natural debajo de las piedras.
