La cosa no parecía mucho y pensaba que me costaría unos 15-20 minutos, pero resulta que el que construyó mi casa la hizo a prueba de bombas y cuando ya llevaba media hora martillando sin parar y veía que solo llevaba un trocito ya estaba arrepintiéndome; al final fueron hora y tres cuartos dándole con toda mi alma, pero al menos creo que al final quedará bien. Con esto me ahorro la típica rejilla de ducha para poner el jabón que no me gusta nada, y sigo cumpliendo al máximo con la filosofía de minimalismo, comodidad y fácil mantenimiento en la que me he ido basando para hacer todo lo demás.
Nada más llegar a casa me metí en la ducha y en cuanto publique este post voy a ponerme horizontal a ver documentales hasta mañana. Estoy supermuerto y tengo el brazo derecho hecho polvo, aunque lo que más me duele es la mano izquierda por los golpes que me iba dando cada vez que fallaba con el escoplo; ya me ha salido un buen hematoma y se me ha empezado a hinchar y por eso prefiero escribir esto antes de que se me ponga peor y no pueda teclear bien. En fin, esto va a retrasarme un poco más los plazos pero espero que al final cuando tenga todo hecho y esté tranquilamente disfrutando de mi casa pueda pensar que tanto sacrificio ha valido la pena.
