La gran decisión

En estos días se ha hecho viral el resultado de unas encuestas que hablan de las carreras cuyos estudiantes después se arrepienten de haberlas escogido. Resumen rápido: los estudiantes se meten a estudiar cosas que no demanda nadie pero que son chupiguays (y que les salen casi gratis gracias a que muchos trabajadores que no han ido a la universidad les subvencionan por obligación), y luego cuando llegan al mundo real se estrellan como es normal. Si tú tienes siete másters en filología mongola y tres doctorados en religión swahili y luego resulta que donde hay trabajo es en una empresa que vende neumáticos, no es que estés sobrecualificado como erróneamente se suele decir: es que estás cualificado en cosas inútiles. En la práctica, en el tipo de trabajo que sí se demanda y en el que tú vas a terminar (vendedor de neumáticos), tu cualificación para desempeñarlos con esos másters y doctorados es cero y vas a cobrar como empleado de cualificación cero.

Por cierto que la otra parte de estos resultados es que, cuando les preguntan a estos egresados qué estudiarían si volvieran atrás, dicen que elegirían "carreras técnicas" como "Informática" y demás. Lo que estos chicos no saben es que si eres el tipo de persona que se mete a estudiar Arte o Magisterio seguramente no vas a poder aguantar el nivel de esfuerzo y sacrificio que requieren las carreras duras de verdad. El 90% de los que ahora dicen que tendrían que haber estudiado cosas como Matemáticas o Informática, cuando llegaran al primer parcial de Física de primero y vieran que por muchas horas que le echen no entienden nada, la dejarían y acabarían buscando alguna carrera chupiguay más fácil porque la realidad es que no dan para más.

Pero bueno, esta no es la cuestión de verdad y de la que les quiero hablar en este post: estamos mirando en el sitio equivocado, porque la decisión clave de verdad y que más puede definir tu futuro académico y profesional no es qué carrera eliges, cosa aún corregible, sino qué bachillerato eliges. Esto es clave, y grave.

En España puedes estudiar una segunda carrera, o más si quieres; pero si has hecho un bachillerato ya no puedes hacer otro. Yo lo intenté hace unos años (lo he mirado y parece que no ha cambiado recientemente, corríjanme si es así) y por más que di vueltas y revueltas no hubo manera, y cuando contacté con los responsables de mi región y del Ministerio diciéndoles que esto era estúpido me dieron la razón pero oficialmente me dijeron que no se podía y que no había vuelta de hoja. Puedes tomar una decisión con 17-18 años y después cambiar, pero no puedes tomar una decisión con 15 y después cambiar. Y la de 15 es la que te va a condicionar de verdad.

Esos que estudiaron Periodismo o Sociología y dicen que deberían haber estudiado Informática o Matemáticas, en la práctica ¿pueden hacerlo ahora? Teóricamente podrían matricularse en la universidad otra vez, pero todos sabemos que el problema no está en los papeles: el problema es que para estudiar carreras duras de ciencias necesitas base. Y la única forma de tener base es hacer el bachillerato de Ciencias porque, aunque en teoría tú podrías ponerte a estudiar por tu cuenta en casa, en el mundo real todos sabemos que eso prácticamente nunca va a pasar. Hay un curso de adaptación para carreras técnicas (que no existe en otras, solo esto ya lo deja claro) que se supone que te puede ayudar y que hay gente que hace, pero no es lo mismo y el que aún así se pone está aceptando que va a sufrir porque esto es lo que hay.

Esto no pasa con el resto de carreras: puedes entrar en Ciencias Políticas, Derecho, Filología o lo que se te ocurra, y ser capaz de superarla sin una base previa específica; igual hay alguna en la que tendrías que hacerte algún repaso de contenidos concretos que te podrían ayudar, pero ese no va a ser un gran impedimento para sacarte el título que quieras. Pero si quieres estudiar cualquier ingeniería, o Matemáticas, o Física o similares, como no tengas el bachillerato de Ciencias muy probablemente te vas a estrellar. Seguramente en algún sitio habrá gente que lo haga, pero serán los menos y en cualquier caso está claro que las posibilidades se te reducen mucho y eso no tiene vuelta de hoja.

Y así llegamos a lo que les quería decir, y para lo que todo este post solo ha sido la introducción: la única opción de bachillerato que te permite tener todas las puertas abiertas en el futuro es la de Ciencias. Y, ya que esta decisión la tomas cuando aún eres un adolescente y legalmente es irreversible, independiente de mis propias preferencias personales o de lo que pueda decidir en el futuro, sabiendo esto si volviera atrás sería la que escogería única y exclusivamente por esto. Entre las carreras con más arrepentidos está la de Biología: si estás en la rama de Ciencias y no consigues trabajo como biólogo sí tienes la opción de irte a una ingeniería y sacarla adelante; si estás en la rama de Arte mejor piensa en otra cosa.

Salvo que un joven tenga súper claro que quiere hacer algo en la vida, y aún siendo un adolescente esté dispuesto a aceptar el riesgo y la responsabilidad de acabar como esos arrepentidos de las encuestas que estudiaron Marketing y acabaron repartiendo pizzas o vendiendo zapatos, si no se dan esas dos condiciones cerrarse puertas desde tan joven me parece una mala decisión. Un tatuaje se puede borrar, un matrimonio se puede disolver, una hipoteca se puede pagar, pero un bachillerato es para siempre y sus consecuencias serán en la práctica casi incorregibles. Y si nos parece que uno con 15 años es demasiado joven para hacerse tatuajes, casarse o hipotecarse, imagínense para tomar una decisión limitante sobre su futuro académico o profesional.