Los de los departamentos de diseño no es que se lo curren mucho, la verdad; pero anda que los de marketing tampoco se estrujan mucho la cabeza para sacar esos eslóganes de mierda. Los que sí deben esforzarse son los fotógrafos para que, de las 500 fotos que le hacen a cada político probando todo tipo de ángulos, sonrisas y poses estúpidas, logren encontrar una en la que el tipo parezca agradable, cercano y preocupado por los problemas de los ciudadanos y no se note lo parásito y vividor que en realidad es.
Pero quiero hacer una mención especial al de la parte de arriba en la siguiente foto porque, aunque yo no voy a votar a ninguno de estos psicópatas, este me ha parecido especialmente gracioso. No sé quién es ni de qué va su rollo y me importa lo mismo que yo le importo a él, pero es el que más cerca (o menos lejos) ha estado de tener una posibilidad de que apostara por él:
Por no respetar no respetan ni las leyes de la gramática más elemental (como para respetar a los ciudadanos, imagínense); pero vamos, he soltado una carcajada con eso de "Vótame!" mal escrito porque es en plan "mira, no nos vamos a molestar ni en pensar en un eslógan porque para qué. Si ya todos sabemos que lo único que interesa aquí es tu papeleta en la urna y lo demás nos da igual".
Pero miren, dentro de la basura este al menos va un poco más de frente y lo admite más abiertamente; aunque yo ya para aumentar al máximo su imagen de sinceridad y de ser un tipo del que sabes lo que puedes esperar le recomendaría a su partido que para las próximas elecciones hagan un cambio en su eslógan y directamente pongan "Vótame y muérete".