Dentro de poco voy a hacer un upgrade fotográfico, simplificando mis lentes al cambiar las dos viejas que tengo por una nueva que puede combinar muy bien lo que hacen las otras juntas. Así que en mi paseo de hoy me he llevado mi zoom de los 80 para aprovecharlo una vez más antes de desprenderme de él: el objetivo ha sido simplemente disfrutar de una lente que, para los 50 euros que me costó, me parece absolutamente fantástica y un placer de usar: