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Las secuestraron, las violaron, las torturaron y las convirtieron en esclavas; entonces los borregos progres (los mismos que se pusieron la banderita francesa en el perfil de Facebook, que se echaron un cubo de agua fría por encima e hicieron el ridículo tantas otras veces) siguieron a los pastores cuando chiflaron en aquella campaña publicitaria de "Bring back our girls". Por supuesto las "girls" no le importan absolutamente nada a nadie y cinco minutos después de la foto con el cartelito chorra todo el mundo se olvidó de ellas, igual que no se acuerda nadie por ejemplo de las víctimas del terremoto de Nepal.
El otro día me llamó un amigo y me comentó que se acuerda de mí cada vez que ve las 6 plataformas petrolíferas que tenemos ahora mismo atracadas en mi ciudad (y de las que por supuesto ya nadie dice nada). Yo sigo abogando por que la siguiente campaña giliprogre sea para promocionar el alargamiento de pene de los japoneses, ¿es que nadie piensa en los pobres japoneses?
Corrección: me advierte Lucy (muchas gracias) de que mi campaña pro-japoneses no va a funcionar porque son hombres y por tanto seres malvados del Averno, así que voy a cambiar mi petición: ¡silicona para las japonesas! Acabemos de una vez con la Naturaleza falocéntrica opresora.
