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Según cuenta JBen el tipo no usa drones para ver sus obras mientras las está haciendo, solo al final para publicar las imágenes de cómo han quedado; aunque lo que a mí me parece más llamativo (dentro de que todo es bastante espectacular) es el hecho de que el artista no tenga más remedio que trabajar lo más rápido que pueda y sabiendo que en solo unas horas el mar destruirá su obra, barriendo su lienzo para que -eso sí- después lo tenga todo listo para crear algo nuevo desde cero. Mágico en muchos sentidos.
(Muchas gracias Marie)
