El paquete de software empresarial que publiqué hace unos días me ha ocupado estos últimos meses, aunque tengo que decir que estoy súper contento con él porque, aparte de lo bien que funciona, conceptualmente es completamente disruptivo y eso le da unos superpoderes bastante espectaculares. Mis compañeros desarrolladores ya se sorprendieron cuando en su momento les dibujé sobre papel la idea que tenía en la cabeza, y ahora al verlo funcionando han flipado bastante con algunas de las cosas que (gracias a su arquitectura interna) es capaz de hacer. Lo que hace la programación maravillosa no es ponerse a pulsar teclas escribiendo código raro, sino pasarse horas mirando al vacío con papel y lápiz delante mientras dentro de tu cabeza pasan cosas. Es por esto que, como les dije ya una vez, aprender a programar te hará más inteligente.
Bueno, la cosa es que es por este proyecto (aparte de las obras de mi casa) que últimamente he podido dedicarle menos tiempo de lo habitual al blog. Así que la lista de hoy es corta, pero ya verán que en ella encontrarán algún detallito que les va a parecer interesante:
- Las piedrecitas de Sharon Nowlan tienen una sencillez tan bella que te roba el corazón.
- Yo me cuido mucho no solo con el deporte, sino evitando la mala alimentación; por eso estoy siempre curioseando cosas nuevas sobre salud y nutrición, y en este caso me ha parecido estupendo leer esto para constatar una vez más que los huevos son un alimento buenísimo.
- ¿Tienes un móvil que se ha ido poniendo lento? Seguro que no será solo por esto, pero la app de Facebook es muy pesada y si la cambias por una alternativa mejor a lo mejor lo notas. Esta es la que uso yo, por cierto.
- Con esto de las obras de mi casa he tenido que visitar muchas veces comercios de cosas de construcción, y he visto a mucha gente llevándose placas solares. Si les interesa el tema no se pierdan esto para que no les tomen el pelo.
- Y acabo con dos vídeos que, aunque están en inglés, son para verlos. Uno es el del gato que caza bajo el agua, que incluso aunque no hablen el idioma les va a encantar, y otro (en japonés subtitulado al inglés) es el de esta señora de 85 años que cuenta cosas sobre su vida y que no tiene nada que ver con lo que uno se esperaría de alquien así.