En estos días unos amigos que vienen de vacaciones a Canarias me pidieron una captura de pantalla de alguna web local del tiempo, en la que se viera la previsión para la próxima semana. Mi respuesta fue: "lo que en realidad quieren saber es qué ropa meter en la maleta, ¿cierto?". Y tenía razón. Así que, conociendo el sitio donde se van a alojar y lo que ellos van a estar haciendo en estos días, les di la respuesta que realmente necesitaban y no la que me habían pedido (la que les hubiera dado un robot).
Últimamente ha habido algunos avances en inteligencia artificial relativos al desarrollo de software, y parece que cada vez más hay herramientas automáticas que son capaces de crear pequeñas piezas que más o menos funcionan si es a bajo nivel. Pero, como les he contado alguna vez, eso no es programar: programar es pensar. El obstáculo principal que hay que superar no solo requiere conocimientos técnicos: requiere empatía y habilidades sociales, para entender lo que realmente quiere el cliente y que muy frecuentemente no es lo que él dice que necesita.
Primero defines el problema de verdad (no el que te cuentan) y lo pones en su contexto; una vez está todo acordado con el cliente/usuario empiezas a pensar en qué tipo de herramienta o tecnología te podría dar las mejores soluciones para eso que quieres conseguir; entonces materializas lo que ya tienes en una arquitectura o diseño de cómo va a ser el producto que vas a tener que crear; lo siguiente es entrar en el detalle de qué debe hacer cada pieza de esa máquina que has diseñado, y cómo debería ser para conseguirlo; y es solo ahora, al final de todo ese proceso (en el que aún no se ha escrito ni una sola línea de código), cuando podemos hablar de sentarse a teclear para programar cada una de esas células.
¿Que en este último nivel más bajo puede entrar una IA a generar herramientas que hagan tareas concretas? De momento no hay una solución generalizada que esté haciendo esto como estándar de mercado, pero quizá sea posible que exista en algún momento; lo que no creo que veamos aún, y probablemente en mucho tiempo, es a una máquina pensando de verdad. Tratar con un cliente requiere algo más que potencia de cálculo, y ese no será un trabajo tan fácil de reemplazar...
... A menos que tu cliente ya haya sido sustituido también por un robot, claro.
(Foto: Unplash)
