(Tira original en el siempre súper genial Dilbert)
Tengo cuenta en LinkedIn porque no hay más remedio para el trabajo (como casi todos allí), pero no suelo leer casi ningún post que publica la gente porque la mayor parte es autobombo personal, marketing basura motivacional corporativo que no se cree ni el que lo publica o directamente insultos a la inteligencia que irritan más que enriquecen; nadie levanta la voz porque todo el mundo tiene claro que la cosa no va de aportar valor sino de quedar bien, y el resultado es como un universo paralelo de paulocoelhadas absurdas que todo el mundo tiene claro que lo son pero que hay que fingir que tienen interés. Aunque en el fondo a nadie se le escapa la verdad.