Borrador de guión de una de las clases para el videocurso que estoy preparando

Estoy recibiendo algunas preguntas de mis seguidores más interesados en el área wellness sobre cómo va el curso en el que estoy trabajando, así que hoy les voy a enseñar un detallito que, siendo solo un borrador que puedo ir modificando, espero que les sirva de avance para que vean cómo va a ser la cosa.

De momento la evolución de mi planificación para el curso (que estará en español y en inglés) lo pone en unas 230 clases; lo que pasa es que a medida que estoy guionizando los contenidos me doy cuenta de que hay cosas que se ven más clara o cómodamente si las uno o las divido, así que el número va variando según lo que vaya decidiendo que es mejor. El único criterio que estoy siguiendo es conseguir calidad máxima y todo lo demás me da igual, así que soy flexible con todo lo que no sea mi objetivo de perfección. A los interesados: paciencia, valdrá la pena.

Lo que tienen a continuación es el borrador de la guía que tengo para uno de los vídeos inciales (en la parte de la introducción). Cuando lo lean les va a parecer que está mal puntuado y que hay cosas raras: lo tengo controlado, lo que pasa es que esto está pensado para ser leído en voz alta en teleprómpter y el objetivo es que me sirva a mí para que el contenido sea fluido y asequible. Además no tiene sentido sin las imágenes, tendrán que hacer un trabajo de imaginación para "verlo" como va a ser al final.

Espero que les guste, el título de este apartado es "Cómo tocar":



De todo lo que vas a aprender en esta sección, es decir quitando la parte profesional, lo que viene a continuación es lo más importante. Esto va a ser lo que haga pensar a tu cliente que eres un “pro”.

En este vídeo voy a darte una serie de pautas, o de guías. Lo que tienes que hacer no es memorizar nada, sino fijarte en estos detalles cuando me veas dar masaje después. Al ver esos otros vídeos este tendrá sentido.


Empezamos por el contacto. Lo primero que delata a los novatos es que no tocan bien.

El masaje físicamente no empieza cuando empiezan las técnicas: empieza cuando tocas al cliente por primera vez. La persona sobre la camilla te va a juzgar por ese primer contacto.

Ya tendrá una cierta imagen de ti por la conversación previa al masaje, y de eso hablaremos más adelante en el curso; pero en el primer momento en que lo toques le vas a dar una primera impresión muy poderosa sobre el tipo de masajista que eres y cuál es tu nivel.

Tu objetivo es tocar con una “suavidad firme”; especialmente en ese primer momento pero no solo ahí: siempre. Fíjate en cómo lo hago yo y tenlo muy en cuenta.

El contacto tiene que ser agradable, tienes que transmitirle a la otra persona que vas a cuidar de ella y darle el mejor tratamiento posible; pero también tiene que quedar claro que tú dominas la situación.


Luego están las transiciones. Tú estás haciendo un movimiento concreto y vas a pasar a otro movimiento concreto: ¿cómo lo haces?

Primera regla: cuando estás haciendo un movimiento ya sabes cuál va a ser el siguiente. No puedes pararte a pensar y decidir en el momento de cambiar, o justo antes: mientras estás empezando a ejecutarlo es cuando eliges qué viene después.

Al principio es más difícil porque estás muy concentrado en lo que estás haciendo, pero con la práctica vas a poder hacerlo. Por el momento recuerda que eso, conseguir ser capaz de pensar por adelantado, es uno de tus objetivos.

La clave es practicar. Una y otra vez. Cuando seas capaz de que el movimiento que estás haciendo no ocupe toda tu concentración vas a poder, mientras estás haciendo ese movimiento, dejar un espacio para decidir “vale, lo siguiente será esto otro”.

Si haces bien el primer contacto, y transmites calma y seguridad; y haces bien las transiciones, no te paras a pensar y todo es fluido, incluso con una técnica… Quizá no mala, pero no muy buena, incluso así, tu cliente va a pensar que eres un buen profesional.

Y la segunda regla es que nunca dejes un movimiento a medias. (Mostrar el error). Cada cosa que haces tiene que tener un sentido: si dejas algo a medias porque vuelves atrás o porque te adelantas a saltar al siguiente movimiento el cliente lo va a notar.

Si empezaste un pase que quieres cambiar, cámbialo sin interrumpirte a ti mismo: haz un círculo elegante, da una vuelta o haz una transición que parezca natural, pero no hagas movimientos bruscos ni ángulos que rompan el sentido de lo que estás haciendo.


Ya tienes claro tus dos primeros objetivos: primer contacto y transiciones. Ahora vamos a ver el tercer elemento importante: el aterrizaje y el despegue de cada contacto concreto.

¿A qué llamamos aterrizaje? A esto. (Mostrarlo).

¿Y a qué llamamos despegue? A esto. (Mostrarlo).

Lo que acabo de enseñar es cómo hacerlo mal. Si estamos trabajando en un hospital estos detalles no importan porque la prioridad es recuperar al paciente, pero nosotros desde el principio y para siempre vamos a aprender a hacerlo bien.

Esto es un aterrizaje correcto, dede cero. (Mostrarlo).

Y esto es un aterrizaje correcto, cuando ya tenemos algo apoyado (en este caso una mano) y vamos a apoyar algo más (en este caso la otra mano). (Mostrarlo).

Vamos a verlo otra vez: mal, (mostrarlo)

Y bien. (mostrarlo).

El aterrizaje nunca es vertical, y nunca se hace con toda la superficie a la vez. Entramos de lado, con un movimiento que viene desde antes de empezar a tocar y que no termina hasta que ya hemos completado el contacto; esto produce una sensación suave y progresiva.

Y en el ejemplo de las dos manos, si ya tenemos la primera superficie en contacto con la piel del cliente la segunda tiene que partir de ahí. Movemos la primera, y en ese movimiento incluimos la separación de la segunda superficie.

Y para el despegue exactamente lo mismo. Nunca soltamos la piel del cliente en vertical, siempre aprovechamos un movimiento en el que vamos reduciendo progresivamente el contacto hasta que llegue a cero de la manera más suave posible.


Tanto en las transiciones como en el despegue y el aterrizaje del contacto, el objetivo es que sean invisibles.

Cuando estás empezando no eres consciente de cómo cada detalle de tu masaje tiene un impacto en la mente de tu cliente o paciente, pero lo tiene. Y con el tiempo te vas a dar cuenta de hasta qué punto pequeñas cosas pueden tener grandes consecuencias.

Pero no te preocupes de momento: es importante que sepas cuáles son tus objetivos, pero ten claro que todavía no los vas a alcanzar.

Vete fijándote en cómo lo hago yo, tenlo en cuenta cuando estés haciendo tus masajes mientras aprendes, y si recibes masajes de otros presta atención a cómo hacen ellos lo que hacen. Nota cuando lo hacen bien y nota cuando lo hacen mal.


Con lo que hemos explicado en este vídeo ya tienes todas las herramientas que te hacen falta para empezar a trabajar. En la siguiente lección empieza el masaje real.