A mí la maldad no me produce en sí misma un rechazo especial, pero sí la estupidez. En este caso está claro que el que hace esos baños quiere que los usen solo para orinar (aunque ya ven que no a todo el mundo le importa) y lo entiendo porque en cuanto a razón lógica tiene su sentido, pero hace unos días estuve en un hotel de esos muchos en los que el arquitecto quiere ser cool y no se le ocurre otra cosa que hacer el baño con paredes de cristal y una puerta que ni siquiera sella bien al cerrar. Yo estaba solo y me da igual, pero ¿estos tipos no son capaces de darse cuenta de que hay gente que quiere intimidad? No solo me sorprende que haya arquitectos idiotas (esto ya lo sabía muy bien) sino que haya propietarios de hoteles igual de idiotas que les pagan.