Estos días me he llevado una gran alegría, porque me he mudado a un precioso minibungalow en un complejo lleno de gatos y uno de ellos me ha "adoptado": viene todas las mañanas y se pasa un rato echando la siesta en mi sofá o siguiéndome por todas partes para que le haga mimos... Hay otros a los que les gusta dormitar en mi terraza o pasar por allí aprovechando para dejarse rascar, pero este (negro de ojos verdes) parece que ha decidido que soy su amigo y proveedor de atún y ha incluido el interior de mi casa en su territorio. Hoy me tocaba sesión de pesas y el bicho se ha pasado todo el rato tirado en la cama mirándome como diciendo "están locos estos esclavos humanos"...
Esta última anécdota viene al caso porque, como verán, hay gatos a los que sí les da por el ejercicio: en este caso veamos a este rey de las abdominales...
