La historia que les voy a contar tiene dos partes. La primera es hasta cierto punto normal y solo la usaré como introducción: un hombre, el Dr. Jeff Life, que llegando a su vejez decidió ponerse en forma y consiguió un cuerpo excelente. Hasta aquí bien, ya es llamativo pero no deja de ser un caso aislado... En realidad de lo que va este post es de la segunda parte del asunto, que es el revolucionario cambio de estándares de salud que este médico está realizando con sus terapias y que quizá podría llegar a cambiar la vida de todos nosotros. Vamos allá:
El abuelete de la foto (vaya abuelete) es el Dr. Life, del que ya les había traído algunas fotos antes a Mandelrot. Cuando tenía poco menos de 60 años era como la mayoría de hombres de su edad: tenía sobrepeso y algunos problemas de salud, incluyendo de corazón. Resumiendo la historia, llegó un momento en que se puso a hacer dieta y ejercicio y logró una transformación total.
En la foto de la derecha tiene unos 65 años, y ya está muy bien... Pero si se fijan hay una diferencia con la primera que les he puesto arriba que es de sus 72: en este tiempo ¡ha ganado bastante músculo! Y se supone que esto no debe ocurrir a su edad, ni siquiera yendo al gimnasio regularmente como es su caso. Pero ¿cómo lo ha hecho? De eso, amigos, es de lo que va este post.
Yo aquí simplemente les voy a resumir idea en líneas generales y luego les diré dónde pueden conseguir más información si les interesa. Sobre los 65 años el Dr. Life se dio cuenta de que, aunque ya estaba muy bien, había llegado a un "tope" y que empezaba a notar que no solo no podía seguir mejorando sino que el tiempo hacía su mella y cada vez sus capacidades seguían (lentamente) disminuyendo; que seguía envejeciendo, vamos, aunque fuera en excelentes condiciones.
Entonces entró en un programa de tratamiento hormonal, y lo que descubrió le hizo cambiar radicalmente: sus resultados fueron espectaculares como ven, comenzó a ganar músculo de nuevo, empezó a sentirse como si tuviera 40 años menos, se especializó en medicina antienvejecimiento y decidió dirigir su propio centro para dedicarse exclusivamente a ello. Pero ¿en qué se basa la clave del éxito de este tipo de tratamientos?
Normalmente las mujeres sufren llegada la mediana edad una serie de cambios hormonales muy claros, y la mayoría de ellas puede decir con bastante exactitud cuándo le llega la menopausia y se produce este cambio de etapa. Para los hombres es diferente: hay una serie de hormonas en nuestro cuerpo (la más conocida es la testosterona) que alcanzan su pico sobre la década de los 30 y luego, lentamente y sin que nos demos cuenta, empiezan a bajar. En los dos sexos, la situación previa nunca se recupera.
El cambio revolucionario que introduce este concepto de terapia antiedad es el siguiente: tú vas al médico con 60 años y te haces un análisis para mirar tu nivel de testosterona (y otras hormonas), y el médico te dice "está normal". Esa frase es incompleta: lo que te está diciendo en realidad es "está normal para su edad". Lo que dice el Dr. Life es que, lo que consideramos "normal", en realidad es un déficit hormonal que simplemente aceptamos con resignación; y que ese déficit produce una serie de consecuencias y aumento de riesgo de enfermedades que en el siglo XXI no tenemos por qué sufrir -entre ellas el de cáncer de próstata, por cierto-. El eje central de su terapia consiste en controlar el nivel de determinadas hormonas en sus pacientes, y si detecta ese déficit lo trata volviendo a colocar sus niveles en lo que debería tener un adulto sano y joven. El resultado inmediato es que algunos de los efectos que uno consideraba "normales" en un viejo desaparecen: ya no hay pérdida de masa muscular y ósea e incluso se pueden volver a incrementar de nuevo, aumenta la vitalidad en todos los sentidos incluyendo el deseo sexual -según el mismo Dr. Life su sexualidad ha vuelto a ser como cuando tenía 30 años-, y la calidad de vida se dispara increíblemente. Este debe ser un proceso absolutamente controlado: los médicos deben hacer análisis periódicamente (3-4 meses) para garantizar que los niveles no estén ni más altos ni más bajos de lo adecuado.
Por supuesto para que se te ponga un cuerpazo como el de este tipo no es suficiente con tomarte unas pastillas. En su centro, en el que por cierto tratarse cuesta 500$ al mes, tienen tres líneas de trabajo: 1) control de la alimentación para comer alimentos sanos y tener una buena dieta, 2) programas deportivos para mantenerse en forma, y 3) el control de los niveles hormonales. Como pueden ver en los dos primeros no hay misterio: comes bien, haces deporte y te pones a tope (no hace falta pagar 500$ mensuales para saber eso, pero los americanos son buenísimos para vender estufas en el desierto). Pero como el envejecimiento está directamente relacionado con la caída de niveles hormonales, es el tercer punto el que de verdad obra el milagro: te devuelven tus niveles hormonales a valores de juventud, y con efectos casi inmediatos notas que tú mismo te has vuelto más joven.
Con los resultados que está teniendo, y ya que el 25% de sus pacientes son médicos también (me apuesto lo que sea a que muchos van para aprender y copiarlo), esto se va a extender por todas partes y de aquí a unos años no hará falta irse hasta los USA y gastarse un pastón en la clínica del Dr. Life para mantenerse eternamente joven. A mí esta información me ha pillado en los 40, así que todavía me queda algo de margen para esperar un poquito y ver cómo evoluciona el asunto y qué dice la comunidad científica al respecto; pero lo tengo clarísimo, si el éxito de este nuevo concepto se confirma será la mejor inversión de mi vida...
Si hablan bien inglés les recomiendo que vayan a la página del Dr. Life y vean la interesantísima entrevista que tienen en portada -hay otras también buenas, pero en esta queda todo totalmente claro-. La web me ha hecho gracia porque está todo orientado a sacarle la pasta al potencial cliente (me ha recordado mucho a la filosofía de Apple; por eso los americanos son los reyes), pero dejando a un lado la parte de negocio verán si el tema les interesa hay muchas cosas que vale la pena investigar. ¿Cómo quieren que sea su futuro?