Se trata de un vídeo que ha sacado la marca de cámaras Leica sobre un modelo limitado de superlujo: estamos hablando de precios que llegan a los ¡45.000 euros! Que para que nuestros lectores extranjeros se hagan una idea, es lo que cuesta un deportivo Mercedes o BMW o la mitad que un apartamento. Está claro que es un producto pensado para un público muy específico (en total se sacarán solo 400 unidades para todo el mundo, 100 de ellas en el formato más exclusivo) y al resto de los mortales esto nos queda muy lejos; pero el vídeo me ha parecido especialmente interesante porque pone énfasis en el detalle, la dedicación, el trabajo artesanal, el "amor" (si se puede llamar así) con el que se fabrica cada uno de estas piezas de tecnología que también son objetos de deseo:
Link para ver el vídeo
Si no amas tu trabajo... mejor lo dejas, porque hacerlo bien nunca te será suficiente.
ResponderEliminarMe acabas de recordar otra frase que he leído varias veces hace poco: "si amas tu trabajo de verdad, nunca tendrás que trabajar".
ResponderEliminarEs que es cierto, mi señor.
ResponderEliminarMe ha costado casi toda una vida llegar al convencimiento de que un trabajo, en el peor de los casos, es solamente una forma de pagar las facturas. Aun peor... he pensado que aunque no te guste debes hacerlo lo mejor posible, porque no sea mas que eso, un trabajo, la satisfaccion de hacerlo bien es insuperable.
Quizas sea porque me he visto obligada a desempeñar un trabajo que, aunque se me da muy bien, no es por el que tengo devoción. Tengo un hijo y siempre le dije que si tenia que ser barrendero, aunque en cualquier caso lo considerara un trabajo poco digno (que no lo es), lo hiciera con la idea de "sus calles" fueran las mas limpias. Para estudiar... que estudiara lo que le hiciera feliz.
Reconozco que no es una enseñanza lógica, ni práctica, pero si que es consecuente.
Pero sinceramente, envidio a aquellos que pueden trabajar en lo que aman... aunque pasen mas hambre que un caracol en un cristal.
Respecto a la cámara, es impresionante el mimo con el que le dan forma a la carcasa. Vista la presentación final, el look retro, con el detalle de los guantes y los tonos te convertiría en un fotógrafo de los años 50. Me recuerda un poco a los que se hacen palos de golf artesanales. Es curioso que cuando las cosas se hacen mediante máquinas tienden a tener una estética muy futurista, mientras que aunque sea el mismo producto se hace a mano, se le da un toque mucho más clásico. Es algo intencionado... o es algo inconsciente? Merece un análisis sin duda.
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